La carne y el espíritu (14)
TRES ASPECTOS PRINCIPALES DE CRISTO
EN ROMANOS OCHO
Lectura Bíblica: Ro. 8:3, 9-10, 34; Jn. 1:14; 14:16-17; 1 Co. 15:45; 2 Co. 3:17; He. 2:14; Ef. 2:15, 22
CRISTO CONDENA EL PECADO EN LA CARNE
Romanos 8:3 dice: “Porque lo que la ley no pudo hacer, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a Su Hijo en semejanza de carne de pecado y en cuanto al pecado, condenó al pecado en la carne”. Este versículo nos muestra que Cristo murió en la cruz para condenar al pecado. No debemos pensar que es suficiente ser redimidos del pecado. El pecado también tiene que ser muerto.
El pecado está personificado. Tiene cierto elemento viviente en sí. El pecado es la personificación de Satanás. La corporificación de Dios es Cristo. Satanás imitó a Dios al corporificarse; en la Biblia la corporificación de Satanás se llama el pecado. En Romanos 7 el pecado es una persona. El pecado, la corporificación de Satanás, habita dentro de nosotros, nos mata, nos derrota y nos domina. En Romanos 8 Cristo vino en semejanza de carne de pecado con el propósito de condenar el pecado. El pecado es un ladrón. Indudablemente Dios tiene que condenar a este ladrón. El pecado es una persona viviente, el maligno mismo.
Satanás entró en la carne del hombre. El fue muy hábil, pero Dios es sabio. Es posible que Dios haya dicho: “Satanás, tú entraste en el cuerpo que yo creé para el hombre, y tomaste posesión de él, has estado disfrutándolo como tu habitación, pero ahora se ha convertido en tu trampa”. Podemos usar una trampa para ratones como ejemplo. El ratón piensa que ha sido muy astuto al morder la carnada, pero en realidad él está atrapado y no tiene salida. Nuestra carne fue usada por Dios como una trampa para Satanás. Satanás es como un ratón que corre libremente en este universo. Sin embargo, un día, él fue atrapado en la carne.
Después de que Satanás fue atrapado en la carne, el Hijo de Dios se hizo carne. Nosotros diríamos que la Palabra se hizo hombre y que Dios fue manifestado en un hombre, pero la Biblia no dice eso. Juan 1:14 dice que el Verbo se hizo carne, y en 1 Timoteo 3:16 dice que Dios se manifestó en la carne. Satanás tomó la carne como morada, pero el Señor vino y llevó esta habitación, la carne, a la cruz. Dios condenó el pecado personificado haciéndose carne y llevando la carne a la cruz.
Por la muerte en la cruz, Dios destruyó al diablo (He. 2:14). Satanás instigó a los judíos y a los soldados romanos a clavar a Cristo en la cruz, pero cuando hizo eso, ayudó a clavar en la cruz su propia morada, la carne. El no se daba cuenta de que haciendo esto, ayudaba al Señor a matarlo a él. Satanás estaba en la carne, y Cristo crucificó la carne en la cruz para destruir al diablo.
Aunque la Biblia dice que Cristo se hizo carne, debemos comprender que según la Biblia, El solamente tenía la semejanza de la carne de pecado (Ro. 8:3); no tenía el pecado de la carne (2 Co. 5:21; He. 4:15). Juan 3:14 nos dice que Cristo fue levantado en la cruz como una serpiente; no como una serpiente venenosa sino como una serpiente de bronce. La serpiente de bronce tenía la misma forma que la serpiente venenosa, pero no tenía el veneno. Cristo tenía la semejanza de la carne de pecado. La Biblia nos dice que cuando El fue crucificado, nosotros también fuimos crucificados con El (Gá. 2:20a). También debemos darnos cuenta de que aun Satanás fue clavado con El en la cruz. Cuando Cristo estaba colgado en la cruz, a los ojos de Dios, El no tenía solamente la forma de hombre, sino también la forma de serpiente. La serpiente y el hombre se hicieron uno, por consiguiente, tener forma de hombre es tener forma de serpiente.
!Jesus es el Senor!