SUS DOCTRINAS SON LO QUE EL ES
Examinemos algo muy importante con respecto de nuestra fe:
En 1 Corintios 15:12-14 dice: “Pero si se proclama a Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe”.
Los versículos 16-17 dicen: “Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó, nula es vuestra fe; aún estáis en vuestros pecados”.
No dice lo que obtendremos por buen o mal comportamiento. Todo en nuestra fe está basado en la persona de Cristo. Si El hubiera muerto sin resucitar, Sus doctrinas no tendrían vida, y todo terminaría. Nuestra fe no tendría ningún efecto. Aquí podemos ver que Sus doctrinas son lo que El es. Pero, alabado sea el Señor, El resucitó. Por tanto, nuestra predicación no es en vano. Todo es realidad. Todo lo de nuestra fe está atado al Señor resucitado.
LAS DOCTRINAS PROVIENEN DEL CRISTO RESUCITADO
Pasaremos por alto 2 Corintios porque no es un libro que trata de doctrinas. Los libros que tratan de doctrinas son Gálatas, Efesios y Colosenses. Sin embargo, sólo podemos mencionarlos brevemente. Mostraremos que todas las doctrinas provienen de la persona de Cristo.
En Gálatas 2:4 dice: “y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas, que se infiltraban para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud”. Nuestra libertad está en Cristo.
Los versículos 16-17 dicen: “Y sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Cristo Jesús, para ser justificados por la fe en Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley ninguna carne será justificada. Mas si, buscando ser justificados en Cristo, nosotros mismos también somos hallados pecadores, ¿es Cristo entonces ministro de pecado? ¡De ninguna manera!”.
Nuestra justificación se debe a que estamos en El. No es un resultado de nuestro comportamiento. Una vez que estamos unidos a Cristo, somos justificados.
YO EN EL
Gálatas 2:20 es otro versículo precioso: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe, la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a Sí mismo por mí”.
Yo no me crucifiqué a mí mismo; fui crucificado con El. Cuando El murió en la cruz, yo también morí, porque estoy en El.
TODAS LAS BENDICIONES ESPIRITUALES SON DADAS EN EL
Efesios 1:3 dice: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo”. Todas las bendiciones espirituales nos son dadas en Cristo. Por esta razón todo lo que sigue es recibido en El.
Los versículos 4-7 dicen: “Según nos escogió en El antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de El en amor, predestinándonos para filiación por medio de Jesucristo para Sí mismo, según el beneplácito de Su voluntad, para alabanza de la gloria de Su gracia, con la cual nos agració en el Amado, en quien tenemos redención por Su sangre, el perdón de los delitos según las riquezas de Su gracia”.
De nuevo leemos en Colosenses 1:14: “En quien tenemos redención, el perdón de pecados”. La redención y el perdón de los pecados están en el Amado.
En Colosenses 3:1-3 dice: “Si, pues, fuisteis resucitados juntamente con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Fijad la mente en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios”. De nuevo, sólo por medio de Cristo podemos recibir una vida resucitada. La relación que Dios tiene con nosotros está basada en la relación que El tiene con Cristo.
TODAS LAS ENSEÑANZAS Y DOCTRINAS ESTAN ATADAS A CRISTO
Del libro de Romanos en adelante, descubrimos un hecho: ninguna doctrina ni enseñanza en cuanto a nuestra fe está relacionada con nuestras obras. Más bien, cada una de ellas está atada a la persona de Cristo. Ya sea el perdón de los pecados, la regeneración, la santidad, o la libertad, etc., no hay doctrina que esté desasociada de Cristo. Sin Cristo no tenemos fe. Sin Cristo no tenemos nada que predicar. Esta es la diferencia entre nuestra fe y todas las demás religiones. Sin pasar por Cristo, no podemos hacer nada. Sin estar relacionados con El, no podemos tener ninguna doctrina. Todo depende de El.
Algunos quizás pregunten: ¿No hay algunas exhortaciones en la Biblia? ¿No tiene el cristianismo interés en el bien y el mal? Sí, la Biblia tiene exhortaciones; también les dice a las personas cómo comportarse y cómo andar. Por ejemplo, el libro de Romanos contiene algunas palabras de exhortación y enseñanza. Mas éstas aparecen después del capítulo doce. No obstante, antes del capítulo doce sólo hallamos doctrinas relacionadas con Cristo y cómo nos podemos unir a El. Sólo después hay exhortaciones para nuestra conducta.
EL ENFASIS ESTA EN NUESTRA RELACION CON CRISTO
En los primeros tres capítulos de Efesios se establece la relación entre nosotros, Dios y Cristo. Luego los capítulos del cuatro al seis tratan con algunas enseñanzas en cuanto al comportamiento. Aun cuando hablan de nuestro andar, la base es nuestra relación con Cristo. El mismo principio se puede hallar en los otros libros.
Entonces, el cristianismo genuino no nos exhorta primero a hacer algo. Más bien, nos dice que establezcamos una relación con Cristo. Después que la relación está establecida, le sigue la práctica.
W. Nee