ANDAR EN AMOR - SEAMANA 5

LA EDIFICACIÓN DEL CUERPO DE CRISTO
Andar En Amor
Semana 5 - La Mujer Universal
Lunes
Leer con oración:
Jn 19:33-34; Ro 6:6; Ef 4:13; Ap 12:1-2, 5

“La mujer cuando da a luz, tiene dolor, porque ha llegado su hora; pero después que ha dado a luz un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo de que haya nacido un hombre en el mundo.”(Jn 16:21)
El Efecto De La Cruz Y La Producción Del Hijo Varón
El tema de esta semana es la mujer universal citada en Apocalipsis 12. Sin embargo, antes de entrar en este asunto, queremos resaltar nuevamente la importancia de negar la vida del alma. Al leer Juan 19:33-34, es importante ver que el Señor murió antes de verter la sangre para mostrar que lo principal que Dios quería tratar en la cruz es nuestro viejo hombre (Ro 6:6). Sólo después de haber entregado el espíritu voluntariamente, uno de los soldados Le abrió el costado con una lanza, de donde fluyó sangre y agua.
El viejo hombre es nuestra constitución natural, nuestra vida del alma, que se expresa por nuestro ego y opiniones. Por eso hemos insistido en el asunto de negar la vida del alma en el vivir diario, porque el Señor nos espera para reinar en la próxima era, el mundo venidero. Los que gobernarán el mundo venidero tienen que cumplir una condición principal: tener la vida de Dios crecida. Mientras más de la vida divina posee un creyente, mayor responsabilidad tendrá en el gobierno venidero.
Aunque no hemos negado totalmente la vida del alma, estamos en ese proceso y, al negarla, obtenemos más de la vida divina. Cuando aplicamos la cruz a nosotros mismos,hacemos morir nuestro viejo hombre, y el Señor elimina los elementos que heredamos de la caída de Adán, inherentes a nuestra alma. Una vez que aplicamos la sangre que fluyó del Señor, ésta soluciona el problema de nuestros pecados cometidos. Por medio de recibir Su vida, representada por el agua, somos transformados. Hoy, a medida que aplicamos la cruz a nosotros mismos y nos alimentamos de Cristo a fin de vivir por Él (Jn 6:57), podemos crecer en vida hasta alcanzar la madurez. ¡Gracias al Señor!
Puesto que tenemos esta visión, debemos empeñarnos en el proyecto Vida para todos, con la esperanza de que más personas crezcan en la vida divina y sean preparadas para reinar en el mundo venidero. Esta es la comisión que recibimos del Señor. Por causa de ella, hemos predicado el evangelio del reino usando los libros que tratan de este tema.
En Apocalipsis 12 hay una gran señal: “Una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas” (v. 1). Esta mujer es un símbolo de todos los que componen el pueblo de Dios en todas las eras. El sol prefigura al pueblo de Dios en el Nuevo Testamento, la luna representa a los de la era de la ley, y las doce estrellas simbolizan a los que vivieron en la era de los patriarcas.
En los versículos 2 y 5 leemos que la mujer, estando “encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento (…) Y ella dio a luz un hijo varón, que regirá con vara de hierro a todas las naciones; y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono”. Ella no dio a luz un bebé, sino un varón, es decir, un hombre hecho, ya maduro. Esto se refiere a los vencedores de todo el pueblo de Dios; son aquellos que crecieron espiritualmente y alcanzaron la madurez (cfr. Ef 4:13).
Para una mujer, el parto es un momento difícil, de dolor y sufrimiento (cfr. Jn 16:21). Esto quiere decir que no es simple ni fácil producir vencedores. No obstante, esto es lo que el Señor quiere producir hoy entre Sus hijos. Cuando nos negamos a nosotros mismos y permitimos que el Señor trabaje en nosotros, Su vida tiene el espacio y la oportunidad de crecer y hacer de nosotros creyentes maduros, es decir, los vencedores que Él tanto busca.
Punto Clave:
Crucificar el viejo hombre.
Pregunta:
¿Cuál es la relación entre la muerte del Señor en la cruz, incluso antes de derramar Su sangre, y el hijo varón en Apocalipsis 12?
 
LA EDIFICACIÓN DEL CUERPO DE CRISTO
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Semana 5 - La Mujer Universal
Martes
Leer con oración:
Ap 12:1-17

“Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.”(Ap 12:11)
La Visión Del Dragón Y El Arrebatamiento Del Hijo Varón
Además de la señal de la mujer universal, que representa a todos los hijos de Dios en todas las eras, Apocalipsis 12 también nos muestra otra gran señal: un gran dragón escarlata, con siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas; cuya cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo (vs. 3-4a). El dragón aquí es la serpiente antigua, el diablo, Satanás, el adversario de Dios (v. 9), que se paró frente a la mujer que estaba por dar a luz, a fin de devorar al hijo apenas naciera (v. 4b). El hijo varón, según la determinación de Dios, “regirá con vara de hierro a todas las naciones” (v. 5). Esto muestra que él representa a los vencedores de entre el pueblo de Dios, que reinarán con Cristo mil años (20:6).
Antes de que el dragón devore al hijo varón, éste será arrebatado para Dios, hasta Su trono en el cielo. A partir de allí habrá una batalla en el cielo entre Miguel y sus ángeles y el dragón y sus ángeles, pero el dragón será derrotado y será lanzado a la tierra con sus ángeles. Una vez en la tierra, el dragón perseguirá a la mujer, es decir, al resto del pueblo de Dios, los cuales no serán arrebatados antes de la gran tribulación (vs. 7-13). Pero la mujer recibirá las dos alas de la gran águila para huir al desierto, donde será sustentada enla gran tribulación (vs. 6, 14).
El arrebatamiento del hijo varón es un hecho muy importante, porque, a partir de allí, Satanás y sus ángeles serán expulsados del cielo, y entonces comenzará la gran tribulación, los últimos tres años y medio de la presente era. Por eso el Señor desea tanto el surgimiento del hijo varón.
Hemos usado el mapamundi como ilustración de esta visión profética, y por medio de él podemos observar que Europa se asemeja a la cabeza de un dragón. Por lo que nos fue revelado hasta hoy, la mayoría de los conflictos de la gran tribulación ocurrirá en aquel continente. Si seguimos mirando el mapamundi, vemos que el continente norteamericano y América Central, juntos, se parecen a un águila posando. Pero recientemente percibimos que el continente africano nos hace recordar la silueta de un feto en proceso de madurez. Asimismo, según esta ilustración, podemos inferir que América del Sur será el desierto hacia donde el águila llevará a la mujer. De hecho, lo que vemos en el mapamundi es muy parecido a la visión de Apocalipsis 12.
De acuerdo con el libro de Apocalipsis, el momento del nacimiento del hijo varón será cuando la totalidad de los vencedores esté preparada para ser arrebatada. Por eso hoy vivimos la vida de la iglesia intensamente con la esperanza de formar parte del hijo varón, es decir, ser vencedores a fin de ser arrebatados antes de la gran tribulación.
Por causa de esa visión, el Señor nos ha alentado a predicar el evangelio del reino en varios continentes, con el propósito de apresurar el surgimiento del hijo varón. Motivados por eso, hace más de 12 años estamos trabajando en África. Aunque hay cierta dificultad con la obra en ese continente, muchos hijos de Dios ya fueron engendrados y ahora necesitan crecer para ser parte del hijo varón. Comenzamos la obra en los países donde se
habla portugués y de a poco hemos expandido el evangelio a los demás países. Igualmente, los hermanos han hecho buenos contactos con varios líderes de los grupos cristianos que están abiertos para recibir ayuda. A ellos les hemos presentado el evangelio del reino, mostrando la necesidad de permitir que la vida divina crezca en los hijos de Dios para que lleguen a ser hijos maduros, aptos para reinar con el Señor. Nuestra esperanza es que, contactando a los varios grupos cristianos y alimentándolos con las palabras de vida, los hermanos allí también formen parte del hijo varón, es decir, lleguen a ser vencedores.
Para ser vencedores, necesitamos ser perfeccionados en por lo menos dos asuntos principales: invocar el nombre del Señor para volvernos al Espíritu en nuestro espíritu y negarnos a nosotros mismos para que la vida divina crezca en nosotros. Invocar el nombre del Señor lleva al hombre al espíritu (1 Co 12:3), y negar la vida del alma es rechazar el hombre natural, que impide la obra de Dios (Mt 16:24-25). Gracias al Señor, esta ha sido nuestra práctica en el vivir de la iglesia, y esperamos compartirla con todos los hijos de Dios.
Punto Clave:
Vencer por medio de invocar el nombre del Señor y por negar la vida del alma.
Pregunta:
¿Cuál es la importancia del arrebatamiento del hijo varón?
 
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Semana 5 - La Mujer Universal
Miércoles
Leer con oración:
Mt 16:24-25; Ro 8:16-23

“Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.”(Ro 8:19-21)
La Madurez Y El Arrebatamiento De Los Vencedores
Una grandiosa señal en Apocalipsis 12 es la mujer encinta que está lista para dar a luz, sufriendo por los dolores de parto. Sin embargo, ella no puede dar a luz, pues el hijo varón aún no está totalmente formado. Por eso, necesitamos trabajar más para que más hijos de Dios lleguen a ser vencedores, especialmente en África. Cuando el Señor logre el número de los hijos maduros que necesita, el hijo varón será arrebatado al tercer cielo. Esto es lo que todos nosotros estamos esperando.
Algunos, de forma modesta, dicen que no podemos afirmar que ya somos vencedores. Ciertamente, aunque no somos totalmente vencedores, estamos en ese camino, en la búsqueda de negar la vida del alma, nuestro viejo hombre, pues queremos que la vida divina aumente en nosotros hasta alcanzar la madurez, la plena filiación (Ro 8:17). Esta es en realidad la gran esperanza no sólo del Señor, sino también la de toda la creación (vs. 19-21). Así, Dios podrá entregarnos el mundo venidero, para gobernarlo juntamente con Él.
En el registro de Apocalipsis 12 hay un gran dragon escarlata, que se asemeja al contorno de Europa y Asia en el mapamundi. Inicialmente este dragón era una serpiente (v. 9). Pero, después de tantos siglos, ha bebido la sangre de muchos hombres, por eso se volvió un gran dragón. No satisfecho sólo con devorar a los que no creen en el Señor, él también es “el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche” (v. 10).
Hasta ahora tiene la boca abierta, esperando devorar al hijo varón cuando este nazca. Pero Dios no va a permitir que eso ocurra. Cuando nazca, el hijo varón será inmediatamente arrebatado al tercer cielo, por lo tanto, quedará fuera del alcance del dragón, pero la mujer permanecerá en la tierra. Por esta razón, quedará airado, pues no podrá devorar al hijo varón, entonces el dragón lanzará toda su ira sobre la mujer, y hará de todo para eliminarla (v. 17).
Puesto que el diablo, que es Satanás, la serpiente antigua, se alimenta del polvo de la tierra, que representa la carne humana, necesitamos volvernos constantemente de la carne al espíritu, para no convertirnos en sus presas. Mientras más nos volvemos al espíritu, más difícil será ser “devorados” por el enemigo.
Apocalipsis 12:11 dice: “Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte”. El término vida en este versículo, según el original, es el mismo traducido como alma en otras partes, por tanto, podemos decir que es la vida del alma. No amar la vida del alma equivale a negarnos a nosotros mismos, tomar la cruz y perder la vida del alma (Mt 16:24-25). Este es el modo de ser vencedores. Que el Señor nos dé la gracia para negarnos a nosotros mismos y perder la vida del alma en esta era. Así no le daremos “comida” al gran dragón; antes, creceremos y maduraremos en la vida divina, y estaremos preparados para ser arrebatados.
Punto Clave:
No vivir en la carne, sino volvernos al espíritu.
Pregunta:
¿De qué modo podemos dejar de ser alimento para la serpiente?
 
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Jueves
Leer con oración:
Stg 4:7; 1 P 5:8-11; Ap 15:13-17; 20:4-6

“Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.”(Ap 20:6)
La Ira Del Dragón Contra La Mujer Universal
Apocalipsis 12:15-17; 13:1a dice que, después del arrebatamiento del hijo varón (los vencedores) y la fuga de la mujer (el resto de los hijos de Dios), “la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río. Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca. Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo. Y él se puso de pie sobre la arena del mar”. El mar citado aquí es el Mediterráneo. La persecución del dragón, es decir, de Satanás, por medio del anticristo, ocurrirá principalmente en la región del Mediterráneo, en las naciones de alrededor. Esa persecución será principalmente contra los judíos (los que guardan los mandamientos de Dios) y los cristianos (que tienen el testimonio de Jesucristo).
El texto bíblico describe la persecución de los hijos de Dios como el “agua como un río” arrojada de la boca del dragón, con el propósito de matarlos, lo que prueba la intensidad y la violencia con la que Satanás intentará destruir a los hijos de Dios. Pero el Señor les proveerá una salvación, haciendo que la tierra abra su boca y se trague el río que el dragón arrojará de su boca. ¡Gracias al Señor! Incluso hoy el enemigo de Dios intenta devorar a los creyentes, pero por la gracia podemos resistir firmes en la fe a fin de ser vencedores y no pasar por la gran tribulación (1 P 5: 8-11).
Apocalipsis 12:6 dice que la mujer “huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días” y el versículo 14 dice que “se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo”. Tanto los “mil doscientos sesenta días” como “un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo” se refieren a los tres años y medio de la gran tribulación, el periodo de finalización de esta era. Luego, vendrá el Señor y el reino milenario, en el cual Él y los vencedores reinarán por mil años (20:4, 6).
Mañana veremos el arreglo soberano y el cuidado amoroso del Señor al prepararle un lugar al resto del pueblo de Dios que no haya madurado lo suficiente para que forme parte del hijo varón y sea arrebatado al tercer cielo.
Punto Clave:
Resistir al diablo, firmes en la fe.
Pregunta:
De acuerdo con Apocalipsis 12:11, ¿de qué manera los creyentes pueden ser vencedores?
 
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Viernes
Leer con oración:
Ap 12:13-14

“Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días.”(Ap 12:6)
El Desierto
Conforme a Apocalipsis 12, la localización del desierto es crucial, porque es el lugar preparado por Dios para que la mujer sea sustentada durante los tres años y medio de la gran tribulación. Esta es la promesa del Señor para los Suyos. En sus estudios de Apocalipsis, el hermano Lee decía que Norteamérica, por tener dos océanos, el Atlántico y el Pacífico, que le dan mucha movilidad de acción, era como un águila con dos alas. Él confirmaba eso diciendo que el símbolo de los Estados Unidos es el águila. Según su interpretación, la mujer universal huiría hacia América del Norte, el cual sería el desierto.
No obstante, el águila necesita posarse en un lugar y, tomando el mapamundi como ilustración de esa visión profética, el lugar en donde el águila parece estar posando es América del Sur. En este caso, Sudamérica será probablemente el desierto que Dios preparó. Entonces, podemos decir que Dios le dio las dos alas de la gran águila a la mujer universal para huir de la región de mayor conflicto de la gran tribulación. Esa águila, que puede ser los Estados Unidos, posee dos alas (los Océanos Pacífico y Atlántico), en algún momento tendrá que posarse en el desierto, y creemos que América del Sur será ese lugar.
Al ver la ilustración de esa confrontación universal profetizada en Apocalipsis 12 en el mapamundi, sólo podemos adorar a Dios. Incluso en la creación de la tierra y de los continentes, podemos ver el arreglo soberano de Dios y la providencia divina para cumplir con Su plan eterno. Además de eso, vemos el amor y el cuidado del Señor por los Suyos, aunque no sean vencedores en esta era y tengan que pasar por la gran tribulación. ¡Gracias al Señor!
Punto Clave:
El arreglo soberano de Dios y Su cuidado por Sus hijos.
Pregunta:
¿Por qué probablemente América del Sur sea el desierto?
 
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Sábado
Leer con oración:
Ap 12

“Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.”(Ap 12:10)
Un Resumen De Apocalipsis 12
La visión que Juan tuvo en Apocalipsis 12 retrata el final de esta era. En esa visión vemos a la mujer universal, que simboliza a todos los hijos de Dios en todas las eras, encinta y a punto de dar a luz. Vemos además a un dragón, que simboliza a Satanás, esperando el nacimiento del hijo para devorarlo, y también la fuga de la mujer hacia el desierto, después de recibir las dos alas de la gran águila.
Apocalipsis 13:1 dice: “Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo”. Los diez cuernos representan a los diez principales países que el anticristo usará para pelear contra los hijos de Dios. Esos países estarán principalmente en la región del mar Mediterráneo. Esa persecución ocurrirá después de que el hijo varón, es decir, los vencedores, sean arrebatados. Cuando el hijo varón nazca, no será un bebé, sino un varón, un hijo maduro (huios en griego, como en Romanos 8:14) que al nacer será arrebatado hasta el trono de Dios (Ap 12:5). Entonces el dragón, que es Satanás, perseguirá a la mujer, lo que es lo mismo, al resto de los hijos de Dios que estén vivos. La mujer recibirá las dos alas de la gran águila y volará hacia el desierto, que quiz sea América del Sur, puesto que está distante de la región del Mediterráneo, donde sucederán los peores eventos de la gran tribulación.
El arrebatamiento del hijo varón será el arrebatamiento de la parte más fuerte de la mujer, es decir, los vencedores. Este será el primer arrebatamiento, y esos vencedores, como las primicias de los vencedores, serán llevados directamente al trono de Dios (v. 5). El arrebatamiento del hijo varón desencadenará una pelea en el cielo: “Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles” (v. 7), que hoy viven en los aires, pero ellos no prevalecerán; al contrario, serán derrotados y expulsados del cielo y lanzados a la tierra (vs. 8-9).
Una vez que sea derrotado y expulsado del cielo, Satanás quedará airado y por eso perseguirá a la mujer, es decir, desencadenará una gran persecución contra los cristianos y judíos. Ese será el comienzo de la gran tribulación, los últimos tres años y medio de esta era. Por una parte, esa será la mayor persecución que los hijos de Dios enfrentarán; por otra, Dios le dará a la mujer las dos alas de la gran águila para que vuele “de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo” (v. 14). Esto muestra que el Señor siempre cuida a los Suyos. Aunque no hayan sido vencedores en el diario vivir contra la serpiente y no sean arrebatados antes de la gran tribulación, Él no los abandonará, sino que les tendrá preparado un lugar para que se refugien en ese tiempo de angustia y persecución.
Punto Clave:
Ser vencedor hoy para ser arrebatado a la presencia de Dios.
Pregunta:
¿Cuáles son los principales aspectos revelados en la visión de Apocalipsis 12?

LA EDIFICACIÓN DEL CUERPO DE CRISTO
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Domingo
Leer con oración:
Dn 12:1, 11-12

“Y tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días” (Dn 12:13). “Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre.”(Col 1:27b-28)
La Gran Tribulación Se Concentrará En Europa
Dios proveerá un lugar que es descrito como “el desierto” durante la gran tribulación, que sucederá a lo largo de tres años y medio (Ap 12:6, 14). La mayoría de los eventos descritos en Apocalipsis referentes a la gran tribulación ocurrirá principalmente en Europa, en la región del mar Mediterráneo, que se parece, según la ilustración del mapamundi, a un dragón; para huir de ella, la mujer universal, que simboliza a la mayoría de los creyentes que no sean arrebatados antes de esos tres años y medio, podrá huir al desierto en el cual Dios los sustentará (Dn 12:1, 11-12).
En la gran tribulación sucederán muchas cosas terribles en todo el mundo, su epicentro será en Europa. Ni siquiera los Estados Unidos escaparán. Sin embargo, creemos que en América del Sur, que representa al desierto, los hijos de Dios que no estén listos cuando ocurra el arrebatamiento, serán guardados; esto forma parte de la buena voluntad de Dios.
Gracias al Señor, puesto que hemos perseverado en practicar invocar el nombre del Señor y leer-orar la Palabra, el Señor nos concedió una revelación más y nos confió herramientas para predicar el evangelio del reino, como el BooKafé y el colportaje. Él nos entregó esta gran comisión a fin de que cooperemos con Él para preparar al hijo varón y así no tener que formar parte de la mujer universal que será sustentada en el desierto.
Por medio de la sociedad entre el BooKafé y los colportores, hemos hecho de todo para suplir a las personas con los libros que contienen la vida (Col 1:27b-28). Nuestro deseo es que todos reciban la vida de Dios, crezcan, maduren y sean vencedores. Dios está trabajando en nosotros para que en el futuro seamos coronarnos de gloria y de honra. Hoy estamos caminando cada día en dirección a eso. De este modo, el mundo venidero será entregado para ser gobernado por los vencedores, entre los cuales anhelamos estar. ¡Aleluya!
Punto Clave:
El Señor opera en nosotros para coronarnos de gloria y de honra.
Pregunta:
¿Cuál es la comisión que el Señor nos confió?
¡Jesus es el Señor!