NUESTRA ACTITUD PARA CON LAS VERDADES
EXTRAER VIDA DE LAS VERDADES
ESPÍRITU Y FUEGO
LUNES
Leer con oración:
Ro 7:5-6; 8:6; 12:2; Ef 4:17-24; 1 Ti 2:4; He 2:1
“En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad” (Ef 4:22-24)
DESPOJARNOS DEL VIEJO HOMBRE Y REVESTIRNOS DE CRISTO
En el tomo anterior de esta serie del Alimento Diario, vimos las dos líneas ministeriales que nos revelan las verdades neotestamentarias. Tenemos las verdades reveladas por el ministerio del apóstol Pablo, y las reveladas por los 12 apóstoles que anduvieron con el Señor. Todas ellas fueron dadas por Dios y son importantes. Por esa razón, no podemos despreciarlas, sino más bien apegarnos firmemente a ellas, para que jamás nos desviemos (He 2:1).
Sabemos que el problema no está en las verdades. El problema está en nuestra actitud para con ellas. Si sólo enfatizamos el simple conocimiento de las verdades, no seremos transformados. En efecto, Dios desea que lleguemos al pleno conocimiento de la verdad (1 Ti 2:4). Sin embargo, necesitamos ser perfeccionados en cuanto a nuestra actitud, porque, si consideramos nuestra práctica, nos daremos cuenta de cuán lejos estamos de lo que conocemos, pues aún somos gobernados por nuestra alma caída y vivimos muy poco en el espíritu.
De manera general, la humanidad tiene una profunda Espíritu y fuego admiración por lo que tiene que ver con el alma e inconscientemente, la vida del alma, es decir, el ego, se ha fortalecido generación tras generación. En todos los ámbitos de las relaciones humanas – social, familiar y profesional – podemos identificar una búsqueda incesante por la satisfacción dades del alma. La misma tecnología se ha dedicado a esta tarea, ofreciendo comodidades que muchas veces alejan al hombre de Dios. En las relaciones humanas es común la búsqueda por la exaltación del ego, que resulta en ambición y orgullo. Todas esas cosas pertenecen a la esfera de la vida del alma e incitan a Extraer vida de las ver la independencia del hombre para con Dios.
Cuando leemos la Palabra, especialmente el Nuevo Testamento, percibimos cuán serio es este problema. El alma humana fue corrompida por el pecado, por eso la mente caída del hombre sólo busca la satisfacción del alma y la hace andar en la vanidad de sus pensamientos. Son pocos los que perciben que vivir bajo el control de la vida del alma siempre es y ha sido una barrera para el avance de la obra del Señor en toda la tierra. Por eso, en Efesios 4:17-24, vemos que, para andar en la verdad, debemos renovar nuestra mente en el espíritu. Para ello, debemos despojarnos del viejo hombre, de la vieja manera de vivir, y revestirnos de Cristo.
Todos nosotros, los que creemos en el Señor Jesús, ya recibimos la vida de Dios. No obstante, si nos dejamos guiar por nuestra vida del alma, ciertamente nos inclinaremos hacia las cosas de la carne, cuyo resultado es muerte; en cambio, cuando inclinamos nuestra mente a las cosas del Espíritu, recibimos vida y paz (ro 8:6). Aprendamos a usar nuestra mente de la forma correcta. Al proceder así, nuestra alma será llena de la vida divina, y esto nos hará andar en la verdad.
Punto Clave: Despojarnos del viejo hombre para revestirnos de Cristo.
Pregunta: ¿Por qué la vida del alma es un obstáculo para el avance de la obra de Dios?
¡Jesús es el Señor!