Llevad a cabo vuestra salvación
Filipenses 2:12-13
Es decir, llevad a la conclusión final. Nosotros hemos recibido la salvación de Dios, cuyo punto culminante es que seamos exaltados por Dios en gloria así como lo fue el Señor Jesús (2:9). Necesitamos llevar a cabo esta salvación, o sea, llevarla a su conclusión final, obedeciendo constante y absolutamente, con temor y temblor. Hemos recibido esta salvación por fe; ahora tenemos que llevarla a cabo por obediencia, la cual incluye la unidad genuina en nuestras almas (v. 2). Se recibe esta salvación por fe una sola vez y se lleva a cabo por toda la vida.
Dicha salvación no se refiere a la salvación eterna que nos libra de la condenación de Dios y del lago de fuego, sino la salvación diaria, la cual es una Persona viviente. Esta salvación diaria resulta de tomar como nuestro patrón interno y externo al mismo Cristo que vivimos, experimentamos y disfrutamos. Los elementos principales de esta salvación son Cristo como la vida crucificada (vs. 5-
y Cristo en Su exaltación (vs. 9-11).
Cuando este patrón llega a ser la vida interior de los creyentes, llega a ser su salvación. Solamente esto hará que el gozo del apóstol sea completo.
En el capítulo 1 la salvación viene a través de la abundante suministración del Espíritu de Jesucristo, pero aquí la salvación viene del Dios que opera en nosotros. Este Dios es en realidad el Espíritu de Jesucristo.
En ambos casos la salvación es una salvación práctica y diaria que se produce momento a momento.
La salvación constante de 1:19 se refiere a que un creyente en una situación en particular sea salvo de un conflicto específico; mientras que la salvación constante de 2:12 se refiere a que un creyente cualquiera sea salvo de cosas ordinarias en situaciones comunes en su vida cotidiana.
El temor es el motivo interno; el temblor es la actitud exterior. En 2:13 la palabra porque introduce la razón por la cual necesitamos obedecer siempre. La razón es que Dios opera en nosotros. En la economía de Dios, tenemos al Señor Jesús como nuestro patrón o modelo (vs. 6-11), como la norma de nuestra salvación (v. 12), y también tenemos a Dios produciendo en nosotros así el querer como el hacer para que nuestra salvación sea llevada a cabo, llevada a su conclusión final. No es que nosotros mismos la llevemos a cabo, sino que Dios opera en nosotros para hacerlo. La única cosa que tenemos que hacer es obedecer al Dios que opera dentro de nosotros.
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Aguas refrescantes 10 de junio
Yo Juan vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo. Apocalipsis 1:9.
En Apocalipsis 6:10 oímos el clamor: "¿Hasta cuándo Señor: . .?," A los que expresaban esta queja ya se les hacía difícil seguir ejercitando la paciencia. Clamaban pidiendo venganza y la ejecución del juicio. Sin duda, si la impacien¬cia puede de alguna manera justificarse es en los santos que ya han fallecido, pues ellos han esperado mucho más que los que aún viven. Aun así, reciben por respuesta que el tiempo de la paciencia aún no ha concluido.
Es significativo que Juan se llame a sí mismo participan¬te de la paciencia de Jesucristo en el mismo umbral del libro que tanto habla acerca del juicio. Tan pronto se ejecute el Juicio no habrá ya necesidad de paciencia. Juan, que está a punto de escribir sobre el tema del juicio, decla¬ra que todavía está viviendo en la esfera de la paciencia. Cuando Dios derrame su ira sobre la tierra, entonces el tiempo de la paciencia habrá llegado a su fin. Mientras tanto, El llama a su pueblo a compartir con El la paciencia.
Watchman Nee
Jesús es el Señor! - Jesus is Lord - Jesus ist der Herr - Yeshua adonai - Gesù è il Signore - Jésus est Seigneur - Ιησους ειναι ο Λορδος - Иисус – Господь - يسوع هو الرب - 耶稣是主 - 主イエスは - Jesus é o Senhor - Jesus är lorden
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