PERSEVERAR PARA ENTRAR EN LA BUENA TIERRA (semana 4)
LUNES
Lectura bíblica: Nm 13:31-33; 14:6-9; Sal 106:24-25; Mt 11:12; 2 Co, 2:14
Leer con oración:
"y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad" (Ef 4:23-24).
EL NUEVO HOMBRE HEREDARÁ EL REINO VENIDERO
Los ejemplos del Antiguo Testamento han servido para retratar nuestra situación actual para advertimos y enseñamos lecciones espirituales. Por ejemplo, la buena tierra de Canaán es una figura del reino de los cielos, y para que nos apoderemos de él necesitamos esforzarnos, así como lo hicieron Josué y Caleb, que no tuvieron temor de los habitantes de la tierra de Canaán, sino que alentaron al pueblo a creer en el Señor (Nm 14:6-9).
Por otra parte, los diez espías que hicieron que el pueblo no creyera en el auxilio del Señor no pudieron entrar en la tierra prometida (Nm 13:31-33; 14:13-23; Sal 106:24-25).
Aunque nos enfrentamos con dificultades en nuestra caminata para heredar el reino de los cielos, no Podemos desanimarnos ni desistir. El Señor está delante de nosotros, conduciéndonos a la gloria en Su triunfo (2 Co 2:14; He 2:10) Él es poderoso para, socorrernos en cualquier situación de debilidad, porque en Su vivir humano, fue tentado y venció (v. 18). ¡Aleluya!
En el Antiguo Testamento" vimos que la victoria del pueblo de Israel sobre los amalecitas representa nuestra, victoria sobre la carne, es decir, sobre la esclavitud del pecado. En nuestro cuerpo mortal (Ro 6:6). Sin embargo, esta victoria no depende de nuestras fuerzas, sino del señorío de Dios sobre nosotros, de la misma manera como ocurrió con Josué, cuando luchaba contra los amalecitas. Él prevalecía cuando Moisés alzaba las manos en oración. Dios le había dado la autoridad a Moisés, por eso, cuando oraba, los amalecitas eran derrotados por el ejército de Israel.
Ante esto, vemos que por lo menos dos cosas son necesarias en nuestra vida cristiana hoy, a fin de que heredemos el reino de los cielos en el mundo venidero: no debemos dar oídos a las palabras negativas de incredulidad que nos desvían de dar atención a la palabra de Dios; y 'también necesitamos permanecer bajo el señorío de Dios, bajo Su autoridad, para así obtener la victoria total sobre la carne.
Indudablemente, en nuestra vida cristiana nos encontraremos con una dificultad aun mayor que la incredulidad y las debilidades carnales: la vida del alma, que es nuestra persona misma, que vive independientemente de Dios. Las actitudes que provienen de la vida del alma impidieron que aquella generación del pueblo de Israel, incluso Moisés y Aarón, alcanzara la buena tierra. Todos ellos perecieron en el desierto, donde habían peregrinado durante cuarenta años, y sólo la nueva generación, además de Josué y Caleb, pudo tomar posesión de la buena tierra de Canaán.
Únicamente el nuevo hombre, creado según Dios (Ef 4:24), puede heredar el reino venidero. Por eso necesitamos formar parte de la nueva generación, es decir, ser aquellos que abandonan la vida del alma y avanzan para obtener el galardón preparado por Dios. Además, debemos tener la misma disposición que Josué y Caleb: perseverar en seguir al Señor, creyendo a Su palabra, y no debemos temer las dificultades. ¡Aleluya!
Punto clave: Para heredar el reino no podemos desanimamos ni desistir.
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Por qué Josué prevaleció en la lucha contra los amalecitas?
MARTES
Lectura bíblica: Ex 32:25-29; Nm 3:5-10; 8:14; 16:1-11; Stg 4:7-12
Leer con oración:
"Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, Os estorbe, y por ella muchos se han contaminados" (He 12:14-15).
LA INSATISFACCIÓN DEL ALMA UN PRETEXTO PARA LA REBELIÓN
Necesitamos expulsar todo lo que nos descalifica para entrar como vencedores en el reino de los cielos. Además de la incredulidad y la vida carnal, hay otro factor que nos puede impedir heredar el reino de los cielos: la insatisfacción del alma, que cuando es admitida, fácilmente sirve como pretexto para la rebelión. El relato sobre la rebelión de Coré y su séquito nos muestra una importante enseñanza y nos sirve como ejemplo para no caer jamás en esa condición.
Coré era un levita (Nm 16:1). Sabemos que la tribu de Leví fue apartada para servir a Dios (8:14), por causa de haberse puesto del lado del Señor cuando el pueblo idolatró al becerro de oro, (Ex 3:25~29; Nm 8:14). El Señor apartó a la tribu de Leví especialmente para cuidar el tabernáculo pero só1o los de la casa de Aarón podían oficiar como sacerdotes (Nm 3:5-10). Es posible que por ese motivo, Coré hubiese estado insatisfecho, pues tenía la ambición de tener el sacerdocio (16:8-11).
Coré solo, tal vez no habría tenido el valor de rebelarse contra Moisés y Aarón, pero había otros que también estaban insatisfechos con el liderazgo y se juntaron con él, se trata de Datán y Abiram, de la tribu de Rubén (16:1-3). De entre los hijos de Jacob, Rubén había perdido la bendición de la primogenitura por causa del pecado que cometió. Esto debió haberle producido una raíz de amargura en el corazón de sus hijos que, insatisfechos, se juntaron con Coré.
Además de ellos, también se juntaron contra Moisés doscientos cincuenta hombres de Israel, que eran príncipes elegidos por la congregación, varones de renombre. Fueron liderados por Coré, quien comenzó a criticar y difamar a Moisés y Aarón, esto despertó la insatisfacción que había en medio del pueblo. Esta situación es muy grave y trajo consecuencias muy serias para el pueblo de Dios en aquella época.
Hoy, nuestra actitud con relación a las autoridades instituidas por Dios muestra si realmente tememos al Señor. En el caso de que en nuestro corazón haya alguna insatisfacción o principio de rebeldía (Stg 4:7-12), debemos llevar eso delante del Señor en oración y súplica. No podemos permitirnos guardar ninguna raíz de amargura en el corazón, tampoco contaminar a otros (He 12:15). ¡Desechemos toda envidia y malicia y en la comunión, busquemos ardientemente el crecimiento para salvación, alimentándonos de la genuina palabra de Dios! (1 P 2:1-2).
Si en la vida cotidiana hacemos que la palabra de Dios more en abundancia en nosotros, espontáneamente alabaremos a Dios con gratitud en nuestros corazones (Col 3:16), y no daremos oído a las palabras facciosas o de críticas contra los hermanos que están en la delantera de la obra de Dios ni contra el Señor mismo. Que podamos orar como el salmista:
"En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti" (Sal 119:11). ¡Amén!
Punto clave: La ambición produce insatisfacción.
Mi punto clave:
Pregunta: En el caso de que haya en nuestro corazón alguna insatisfacción, ¿Cuál debe ser nuestra actitud para ser sanados?
MIERCOLES
Lectura bíblica: Nm 16:3; Ro 8:6-8; 2 Co 2:11
Leer con oración:
"Cuando oyó esto Moisés, se postró sobre su rostro (...) diciendo: Mañana mostrará Jehová quién es suyo, y quién es santo, y hará que se acerque a él; al que él escogiere, él lo acercará a sí" (Nm 16:4-5).
IR A LA PRESENCIA DE DIOS
El Espíritu puede iluminarnos interiormente, escudriñar nuestro corazón y mostrar si existe en nosotros el principio de la rebelión. La rebelión siempre actúa de la misma manera, desde que Satanás inyectó el pecado en el hombre por medio del árbol de la ciencia del bien y del mal. Al alimentar las razones de la insatisfacción, algunos son llevados a rebelarse contra las autoridades establecidas por Dios, se engañan al pensar que con eso, están haciendo el bien. En realidad, cuando la, mente es puesta en las cosas de la carne, ya sea el bien o el mal, el resultado es únicamente la, muerte espiritual (Ro 8:6-
. El objetivo del enemigo con esto es frustrar el propósito de Dios. ¡No podemos permitirlo, pues no ignoramos sus maquinaciones! (2 Co 2:11).
Las palabras de Coré y su séquito al enfrentar a Moisés y Aarón, muestran que ellos no reconocían la autoridad de Dios: "¡Basta ya de vosotros! Porque toda la congregación, todos ellos son santos, y en medio.pe ellos está Jehová ¿Por qué, pues, os levantáis vosotros sobre la congregación de Jehová?" (Nm 16:3).
Ellos mintieron al decir que Moisés y Aarón se levantaban sobre la congregación de Jehová. Sabemos que tanto Moisés como Aarón nunca hicieron eso, pues fueron levantados por Dios para conducir al pueblo para conducir al pueblo y sólo actuaron conforme a Su determinación. Moisés fue probado durante cuarenta años en el desierto, antes de ser llamado para servir al Señor. Cuando fue llamado, ya no se consideraba capaz de ejecutar tal encargo (Ex 4:10,13).
Aarón, por su parte, ya había errado en el pasado, cuando llevó al pueblo a idolatrar al becerro de oro (32:1-5). Sin embargo, por la misericordia de Dios, él fue designado para oficiar delante del Señor como sacerdote (31:10), pues se arrepintió. Aarón también servía como el portavoz de Moisés, según lo ordenado por Dios (4:15-16).
Ante tales palabras de Coré, ninguno de los dos vindicó la autoridad divina para defenderse: "Cuando oyó esto Moisés, se postró sobre su rostro; y habló a Coré y a todo su séquito, diciendo: Mañana mostrará Jehová quién es suyo, y quién es santo, y hará que se acerque a él¡ al que él escogiere, él lo acercará a sí. Haced esto: tomaos incensarios, Coré y todo su séquito, y poned fuego en ellos, y poned en ellos incienso delante de Jehová mañana; y el varón a quien Jehová escogiere, aquel será el santo; esto os baste, hijos de Leví" (Nm 16:4-7).
Moisés no discutió con los rebeldes, sino que fue delante del Señor. Necesitamos aprender esta lección: no entrar en discusiones, sino postrarnos y orar. En situaciones como esta, sólo tenemos una salida: ir a la presencia de Dios. El Señor es quien muestra quienes están por Él. ¡Alabado sea el Señor!.
Punto clave: No alimentar las razones de la insatisfacción.
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Cuál fue la actitud de Moisés frente a la rebelión de Coré?
JUEVES
Lectura bíblica: 2 Ts 3:14-16
Leer con oración:
"y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís" (Col 3:23-24).
EL VERDADERO MOTIVO DE LA REBELIÓN DE CORÉ
Moisés pudo discernir el verdadero motivo que llevó a Coré a rebelarse, según el relato bíblico: "Dijo más Moisés a Coré: Oíd ahora, hijos de Leví: ¿Os es poco que el Dios de Israel os haya apartado de la congregación de Israel, acercándoos a él para que ministréis en el servicio del tabernáculo de Jehová, y estéis delante de la congregación para ministrarles, y que te hizo acercar a ti, y a todos tus hermanos los hijos de Leví contigo? ¿Procuráis también el sacerdocio? Por tanto, tú y todo tu séquito sois los que os juntáis contra Jehová; pues Aarón, ¿qué es, para que contra él murmuréis?" (Nm 16:8-11). En realidad, aquel grupo de levitas. estaba insatisfecho porque no tenían la función sacerdotal de la casa de Aarón. Sin embargo, a pesar de las palabras de Moisés, no mostraron ninguna reacción de arrepentimiento.
Datán y Abiram, por su parte, dijeron también mentiras contra el liderazgo instituido por el Señor y no atendieron al llamado de Moisés: "Yenvió Moisés a llamar a Datán y Abiram, hijos de Eliab; mas ellos respondieron: No iremos allá. ¿Es poco que nos hayas hecho venir de una tierra que destila leche y miel, para hacernos morir en el desierto, sino que también te enseñorees de nosotros imperiosamente?" (vs. 12-13). Ellos no habían subido de una tierra que destilaba leche y miel, sino de Egipto, donde eran esclavos. Esto muestra cuantas mentiras y difamaciones este grupo usó para atacar a Moisés y a Aarón.
Por esa razón, la ira del Señor se encendió contra el g pueblo según leemos: "Y Jehová habló a Moisés y a Aarón, diciendo: Apartaos de entre esta congregación, y los consumiré en un momento. Y ellos se postraron sobre sus rostros, y dijeron: Dios, Dios de los espíritus de toda carne, ¿no es un solo hombre el que pecó? ¿Por qué airarte contra toda la congregación?" (vs. 20-22). Esto nos muestra que Moisés y Aarón se preocupaban por el pueblo, por eso intercedieron a Dios en su favor.
Además, vemos la orientación de Dios para que el pueblo fuera salvado de la muerte: "Entonces Jehová habló a Moisés, diciendo: Habla a la congregación y diles: Apartaos de en derredor de la tienda de Coré, Datán y Abiram" (vs. 23-24). Este es el principio de Dios que debemos observar para ser guardados del mal: no asociarnos con aquel que es desobediente y promueve la rebeldía (2 Ts3:14-16). Esta fue la orientación de
Dios, que Moisés fielmente le transmitió al pueblo: "Y él habló a la congregación, diciendo: Apartaos ahora de las tiendas de estos hombres impíos, y no toquéis ninguna cosa suya, para que no perezcáis en todos sus pecados" (Nm 16:26).
Cuando se trata de una situación de rebelión, no podemos dejar que nuestros afectos o vínculos naturales prevalezcan sobre la determinación de Dios. Porque a Cristo el Señor servimos (Col 3:24).
Punto clave: Preocuparse por el pueblo de Dios e interceder por él.
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Qué principio debemos observar para ser guardados del mal y basados en qué versículo?
VIERNES
Lectura bíblica: Nm 16:31-35
Leer con oración:
"El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento" (2 P 3;9).
EL JUICIO DE DIOS Y LA ACTITUD DE MOISÉS
Hoy veremos el juicio de Dios sobre aquellos que se rebelaron. La porción bíblica dice: "Y se apartaron de las tiendas de Coré, de Datán y de Abiram en derredor; y Datán y Abiram salieron y se pusieron a las puertas de sus tiendas, con sus mujeres, sus hijos y sus pequeñuelos. Y dijo Moisés: En esto conoceréis que Jehová me ha enviado para que hiciese todas estas cosas, y qué no las hice de mi propia voluntad. Si como mueren todos los hombres murieren éstos, o si ellos al ser visitados siguen la suerte de todos los hombres, Jehová no me envio. Mas si Jehová hiciere algo nuevo, y la tierra abriere su boca y los tragare con todas sus cosas, y descendieren vivos al Seol, entonces conoceréis que estos .hombres irritaron a Jehová" (Nm 16:27-.30).
Dios Soluciono este asuntó de manera muy severa, pues inmediatamente la tierra se abrio, y el grupo rebelde descendió vivo al Seol. Todos los que vieron ese hecho temieron. Además, el Señor mandó fuego que consumió a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían incienso (vs. 31-35).
No queremos que ningún castigo alcance a aquellos que se rebelan, sino, oramos como Moisés y Aarón para que todos procedan al arrepentimiento.
Lamentablemente, la congregación de Israel no consideró que aquellos hechos provenían de Dios y reaccionó confrontando a Moisés y Aarón: "El día siguiente, toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón, diciendo: Vosotros habéis dado muerte al pueblo de Jehová. Y aconteció que cuando se juntó la congregación contra Moisés y Aarón, miraron hacia el tabernáculo de reunión, y he aquí la nube lo había cubierto, y apareció la gloria de Jehová. Y vinieron Moisés y Aarón delante del tabernáculo de reunión. Y Jehová Habló a Moisés, diciendo: Apartaos de en medio de esta congregación, y los consumiré en un momento. Y ellos se postraron sobre sus rostros. Y dijo Moisés a Aarón: Toma el incensario, y pon en él fuego del altar, y sobre él pon incienso, y ve pronto a la congregación, y haz expiación por ellos, porque el furor ha salido de la presencia de Jehová; la mortandad ha comenzado. Entonces tomó Aarón el incensario, como Moisés dijo, y corrió en medio de la congregación; y he aquí que la mortandad había comenzado en el pueblo; y él puso incienso, e hizo expiación por el pueblo, y se puso entre los muertos y los vivos; y cesó la mortandad. Y los que murieron en aquella mortandad fueron catorce mil setecientos, sin los muertos por la rebelión de Coré" (Nm 16:41-49).
En esa situación, Dios aun así tuvo misericordia. Moisés y Aarón amaban al pueblo. Si no hubieran tomado la actitud de esparcir el humo del incensario, probablemente el daño habría sido mucho mayor. Este hecho es una gran advertencia contra la rebeldía y la insensatez. No obstante, aún hay tiempo para arrepentirse, por la misericordia del Señor.
Punto clave: Orar por los que se rebelan para que procedan al arrepentimiento.
Mi punto clave:
Pregunta: ¿De qué manera solucionó Dios el problema de la rebelión?
SABADO
Lectura bíblica: Nm 20:8-12; Dt 32:50-52; 1 Co 10:4; He 7:27
Leer con oración:
"Porque el esclavo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda el arrepentimiento que conduce al pleno conocimiento de la verdad, y vuelvan al buen sentido" (2 Ti 2:24-26a).
NO ACTUAR EN CONTRA DE LA DETERMINACIÓN DE DIOS,
Sólo la nueva generación pudo entrar en la tierra prometida. Ni siquiera Moisés y Aarón pudieron tomar posesión de la promesa de Dios. En cuanto a Aarón, sabemos que Dios no permitió su entrada porque en su vida hubo dos hechos de rebeldía: cuando hizo el becerro de oro (Ex 32), y cuando habló con María en contra de Moisés (Nm 12). Además, también fue rebelde a la palabra de Dios, en las aguas de Meriba (Nm 20:24).
Esto nos 'muestra que aquellos que dan libertad a su vida del alma no pueden heredar el reino; No hay excepciones. Moisés, aunque fue muy utilizado por Dios como el libertador del pueblo de Israel, tampoco entro en la buena tierra.
La desobediencia de Moisés está relatada en el episodio de las aguas de Meriba, cuando el pueblo murmuró contra él porque no había agua: "Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña a vista de ellos; y ella dará su agua, y les sacaras aguas de la peña, y darás de beber a 1a congregación y a sus bestias. Entonces Moisés tomó la vara de delante de Jehová, como él le mandó. Y reunieron Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y les dijo: ¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña? Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación y sus bestias. Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado" (Nm 20:7~12).
El error de Moisés fue golpear la roca por segunda vez. La roca representa a Cristo, que fue herido por nosotros en la cruz por única vez (1 Co 10:4; He 7:27). Al hacer eso, Moisés actuó en contra de la determinación y del principio de Dios. Y no sólo eso, porque cuando dirigió aquellas palabras al pueblo, su corazón estaba lleno de ira. Moisés dio espacio para que su vida del alma actuara, cuando llamó al pueblo de rebelde y le dijo que él y Aarón harían salir agua de la roca. En realidad, sólo por el poder de Dios este hecho sería posible, pero Moisés no glorificó ni santificó al Señor en medio de los hijos de Israel (Dt 32:50~52).
Esa única actuación en su vida del alma, en contra de la administración de Dios, impidió que Moisés heredara la tierra prometida. Que el Señor tenga misericordia de nosotros y no nos permita ofender Sus principios establecidos. Aunque estamos en la era del Nuevo Testamento, y aún podemos arrepentimos en cualquier momento debemos prestar atención a estos hechos y recibir la advertencia de la Palabra para nuestro vivir.
Punto clave: La roca tipifica a Cristo.
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Cuál fue el error de Moisés? Explíquelo detalladamente
DOMINGO
Lectura bíblica: Dt 3:23-27
Leer con oración:
"Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad" (2 Co 3:17).
DAR LIBERTAD SÓLO AL ESPÍRITU
Como vimos ayer, Moisés fue disciplinado por Dios por causa de su desobediencia a la palabra del Señor. Incluso después de implorar por la gracia de entrar en la buena tierra, Dios no lo atendió, según lo relatado por el mismo: "Y oré a Jehová en aquel tiempo, diciendo: Señor Jehová, tú has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza, y tu mano poderosa; porque ¿qué dios hay en el cielo ni en la tierra que haga obras y proezas como las tuyas? Pase yo, te ruego, y vea aquella tierra buena que está más allá del Jordán, aquel buen
monte, y el Líbano. Pero Jehová se había enojado contra mí a causa de vosotros, por lo cual no me escuchó; y me dijo Jehová: Basta, no me hables más de este asunto. Sube a la cumbre del Pisga y alza tus ojos al oeste, y al norte, y al sur, y al este, y mira con tus propios ojos; porque no pasarás el Jordán" (Dt 3:23~27).
Creemos que Dios, por ser lleno de misericordia, le habría gustado atender la oración de Moisés y dejarlo entrar en la buena tierra, pero, puesto que Él es justo, no puede actuar en contra de Su determinación. La palabra y la determinación de Dios son inmutables, por eso debemos temer afrontar Su autoridad y Sus designios.
La insatisfacción, la insensatez, la rebeldía y la ira no provienen del Espíritu, sino del alma. Dios Padre nos predestinó y escogió para que participemos del reino venidero juntamente con Cristo. Para eso tenemos que renunciar a nuestra vida del alma, restringiéndola, dando sólo libertad al Espíritu para que actúe y para el crecimiento de la vida divina hasta nuestra madurez.
Este es el evangelio del reino. Mientras que el evangelio de la gracia soluciona el problema del pecado, librándonos de la condenación eterna en el lago de fuego; el evangelio del reino nos lleva a eliminar nuestra naturaleza caída e independiente de Dios. Debemos practicar esta palabra, y no sólo oírla. Así, el Señor se quedará satisfecho con nosotros. ¡Aleluya!
Punto clave: La insatisfacción, la insensatez, la rebeldía y la ira no provienen del Espíritu, sino del alma.
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Por qué debemos temer enfrentar a la autoridad de Dios y Sus designios?
Lectura de apoyo:
"La genuina autoridad y sumisión" - caps. 4 y 5 – Dong Yu Lan.
"Números - El ejército de Israel y el servicio de los levitas" - cap. 17- Dong Yu Lan.