Alimento diario (Semana 8)

Alimento diario (Semana
LLAMANDO A LOS VENCEDORES
Mensaje 24 – Nuestro ministerio (Mt 24:14).
Lunes -- Lectura Bíblica -- (Mt 3:16-17; 4:17; 28:18-20; Lc 24:49; Hch 2:1-13, 21).
Leer con oración: “Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú”(Jn 21:22).
EL MINISTERIO NEOTESTAMENTARIO
Después de nuestro nuevo nacimiento, Dios nos colocó en la iglesia para ser perfeccionados para la obra del ministerio. Hoy estamos incluidos en el ministerio de Juan, el último del Nuevo Testamento.
Durante la persecución del imperio romano contra los cristianos, los principales líderes de la iglesia fueron martirizados, excepto Juan. El Señor preservó su vida y no dejó que lo mataran junto a los demás. Así, por la soberanía de Dios, Juan no fue condenado a muerte, pese a ser apresado y luego exiliado en la isla de Patmos (Ap 1:9). Al final del primer siglo, el Señor levantó al apóstol Juan para ayudar a la iglesia a permanecer en el camino del Espíritu y la vida, y de ese modo, dar continuidad al ministerio neo-testamentario.
Al ser cuestionado por Pedro sobre lo que sucedería con Juan, el Señor Jesús dijo: "Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú" (Jn 21:22). Esta respuesta hizo que muchos pensaran que Juan no moriría; pero el mismo Juan, inmediatamente trató de explicar que Jesús no dijo eso (v. 23). Por consiguiente, podemos concluir que el Señor se estaba refiriendo al ministerio de Juan.
Durante el tiempo que estuvo preso y exiliado, creemos que Juan maduró mucho y aprendió a vivir en el espíritu, negándose a sí mismo, y así llegó a ser más útil para Dios. Alabamos al Señor porque el ministerio de Juan, de Espíritu y vida, permanece entre nosotros.
El ministerio del Señor Jesús en la tierra comenzó después de Su bautismo. Al ser bautizado, el Espíritu Santo descendió sobre Él en forma de paloma, lo que indica que Jesús fue ungido para ejecutar la voluntad del Padre de predicar el evangelio del reino. Posteriormente, el ministerio neo-testamentario recayó sobre los doce apóstoles.
El día de Pentecostés ciento veinte galileos estaban "todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen" (Hch 2:1,4). Por el Espíritu, ellos hablaron en lenguas de naciones distantes y aquellos que los oyeron se admiraron porque podían entenderlos. Pero algunos decían que estaban ebrios y se burlaban (v. 13). Estos eran los mismos que cincuenta días antes habían crucificado al Señor.
Entonces el apóstol Pedro se levantó junto con los once, diciendo que lo que ellos estaban viendo era lo que el profeta Joel había dicho: "Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán" (2:28,29; Hch 2:17,18). Es decir, lo que estaban viendo era la manifestación del Espíritu que había sido derramado sobre ellos. Pero lo que es fundamental en la profecía de Joel y en las palabras de Pedro es lo que viene enseguida: "Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo" (Joel 2:32; Hch 2:21). Esto significa que para ser salvo, para recibir al Señor Jesús, es necesario invocar Su nombre, porque "todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo" (Ro 10:13).
Podemos ver que la iglesia en Jerusalén tuvo un buen comienzo en el Espíritu y, en poco tiempo, millares de hermanos se añadieron (Hch 2:41; 4:4). Esto ocurrió porque ellos se mantenían en el frescor de la vida divina, por medio de invocar constantemente el nombre del Señor. Como resultado, había mucho desprendimiento en la iglesia en Jerusalén, y cada uno vendía sus propiedades y sus bienes y los ponían a los pies de los apóstoles para que ellos administraran el dinero. Bernabé fue un ejemplo de esto. Él amaba mucho al Señor y comenzó a servir en la iglesia en Jerusalén. Todo aquel que invoca el nombre del Señor recibe la vida divina, crece espiritualmente y no vive más para el mundo presente, sino que anhela reinar con Cristo en el mundo venidero. Este fue el inicio del ministerio neo-testamentario.
Punto clave: Aprender a vivir en el espíritu.
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Cómo empezó el ministerio neo-testamentario?

Alimento diario (Semana
LLAMANDO A LOS VENCEDORES
Mensaje 24 – Nuestro ministerio (Mt 24:14).
Martes -- Lectura Bíblica -- (Hch 2:41; 4:4, 32-37; 8:1; 9:1-23; 11:25-26;
13:1-3).
Leer con oración: “El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido mees éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; porque yo le mostraré cuánto lees necesario padecer por mi nombre (Hch 9:15-16). Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad" (1 Ti 1:12-13).
EL INICIO DEL MINISTERIO DE PABLO
Desde el principio de la vida de la iglesia en Jerusalén, la religión judía quería eliminar a los primeros cristianos y, por eso, se levantó una gran persecución contra la iglesia; aquellos que invocaban el nombre del Señor eran encarcelados y muertos. Así muchos, por temor, dejaron de invocar. Los que no quisieron dejar esta práctica, porque invocar el nombre del Señor ya formaba parte de su vivir, se fueron a otros lugares.
Hay una expresión muy interesante registrada tras la persecución: "Y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles" (Hch 8: 1 b). Mientras los apóstoles permanecieron en Jerusalén, el evangelio era predicado a los gentiles en otros lugares por los cristianos que fueron dispersados. De esta manera, en varias ciudades se levantaron aquellos que invocaban el nombre del Señor.
Es posible que los apóstoles hayan permanecido para cuidar a aquellos que tenían recelo sobre el invocar. No obstante, para quedarse en Jerusalén era necesario dejar de invocar el nombre del Señor públicamente. Como consecuencia, poco a poco, el ministerio de los doce apóstoles fue cesando.
Entretanto, Saulo asolaba a la iglesia y "respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote, y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese presos a Jerusalén" (Hch 9:1-2). Él fue a Damasco para prender a los que invocaban el nombre del Señor (v. 14). Pero sucedió que "yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues" (vs. 3-5). Entonces Saulo entendió que al perseguir a aquellos que invocaban el nombre del Señor, .él estaba persiguiendo al propio Jesús.
Saulo creyó, fue bautizado y osadamente predicaba el evangelio. Él era muy joven y por donde pasaba discutía con los judíos, y ellos intentaban matarlo. Para guardarlo, fue enviado a Tarso, su tierra natal. Pasado algún tiempo, Bernabé lo llevó a servir en la iglesia en Antioquía y lo ayudó a ejercitar sus dones.
Pablo obtuvo mucha gracia y, de perseguidor de aquellos que invocaban el nombre del Señor, llegó a ser un instrumento útil en las manos de Dios. Un día, cuando él estaba sirviendo y ayunando junto con los demás hermanos en Antioquía, "dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado" (Hch 13:2). Ellos fueron enviados a predicar el evangelio, recibieron el ministerio y el apostolado...
Un apóstol es aquel que es enviado de parte de Dios. El Señor bendijo la obra de ellos porque estaban en el espíritu. Probablemente ellos invocaban el nombre del Señor y llevaban a las personas al espíritu. Esto nos revela un principio: si dejamos de invocar el nombre del Señor, como los doce apóstoles lo hicieron, perderemos nuestra función y el ministerio que recibimos será entregado a otros, tal como sucedió en aquella época, cuando el ministerio fue adjudicado a Bernabé y Pablo, es decir, la responsabilidad de llevar adelante la obra del Señor recayó sobre ellos.
Punto clave: Permanecer invocando el nombre del Señor.
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Por qué el Señor tuvo que levantar a Pablo como el ministro del Nuevo Testamento?

Alimento diario (Semana
LLAMANDO A LOS VENCEDORES
Mensaje 24 – Nuestro ministerio (Mt 24:14).
Miércoles -- Lectura Bíblica -- (Hch 9:3-6; 21:17-25; 28:16, 30; 1 Ti 1:3-4;
2 Ti 3:1-13; 4:6-.
Leer con oración: “Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia; de la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios" (Col 1:24 25).
EL MINISTERIO EDIFICADOR Y EPISTOLAR DE PABLO
Saulo era un perseguidor de aquellos que invocaban el nombre del Señor, pero de camino a Damasco creyó y se convirtió en un discípulo. Dios determinó que Saulo, quien pasó a ser llamado Pablo, fuera enviado a predicar a los gentiles. Los doce apóstoles habían abandonado la práctica de invocar el nombre del Señor; pero, por medio de la predicación de Pablo, incluso bajo la persecución del imperio romano, muchos invocaron y comenzaron a vivir en el espíritu, para recibir vida.
Pablo realizó cuatro viajes misioneros. En e1 segundo viaje él estaba totalmente bajo la conducción del Espíritu. Sin embargo, al final de su tercer viaje él fue a Jerusalén, y allí fue persuadido por Jacobo para que cumpliera un voto del Antiguo Testamento, junto con otros hombres.
Por la ley, ellos tenían que pasar por siete días de purificación Y al octavo día pagar el voto. Pablo se debilitó y terminó cediendo ante la sugerencia de Jacobo. Pero "cuando estaban para cumplirse los siete días, unos judíos de Asia, al verle en el templo, alborotaron a toda la multitud y le echaron mano" (Hch 21:27). Además, lo arrastraron hacia fuera del templo; fue allí que Dios usó al tribuno de la compañía romana para librarlo de los judíos y llevarlo a Cesarea.
Pablo había vuelto al judaísmo y los judíos querían matarlo. No obstante, Dios guardó su vida y no permitió que muriera. Aunque su ministerio de edificar la iglesia directamente ya había cesado, el Señor aun quería usarlo para escribir el contenido de la visión celestial que le fue concedida en Arabia (Gá 1:15-17). Esto tenía que ver con su ministerio epistolar.
Pablo fue a Roma, donde alquiló una casa mientras esperaba su juicio. Mientras estuvo preso, él escribió parte de lo que el Señor le reveló en cuatro epístolas: Efesios, Colosenses, Filipenses y Filemón. Finalmente, al escribir Segunda de Timoteo, Pablo dijo que su labor había terminado: "...y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe" (2 Ti 4:6b-7).
Antes de su juicio en Roma, Pablo pudo viajar y visitar a las iglesias durante dos años. Cuando pasó por Éfeso se decepcionó al ver que los hermanos habían recibido una carta tan elevada, que contenía las principales revelaciones del Nuevo Testamento, y no la habían practicado. Podemos decir que ellos recibieron las palabras del apóstol sólo en la esfera de la mente, para discutir y analizar, y no las disfrutaron en el espíritu. Frente a esta situación, Pablo tuvo que dejar a Timoteo en Éfeso para ayudarlos.
Creemos que el ministerio edificador de Pablo no fue suficiente para producir el fruto esperado, pues la iglesia en Éfeso que había recibido su ayuda se volvió una iglesia anímica, es decir, vivía por su vida natural, por la vida del alma. Por tal motivo, él escribió a su cooperador Timoteo una segunda epístola. Esta carta era una advertencia para que los hermanos no vivieran más según la vida del alma. Si continuaban de la misma manera, sucederían cosas terribles en la iglesia en los tiempos finales, pues los hombres serían egoístas, pensarían sólo en sus intereses, en sus propias cosas, y no les importaría el propósito de Dios. Este es el serio riesgo que corre todo aquel que vive en el alma.
Punto clave: Disfrutar de la Palabra en el espíritu.
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Cuál era el objetivo del ministerio epistolar de Pablo?


Alimento diario (Semana
LLAMANDO A LOS VENCEDORES
Mensaje 24 – Nuestro ministerio (Mt 24:14).
Jueves -- Lectura Bíblica -- (He 2:1-4; Ap 2:8-17).
Leer con oración: “Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo (Ro 10:13). Nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo" (1 Co 12:3b).
LA CONCLUSIÓN DEL MINISTERIO DE PABLO Y
EL INICIO DEL MINISTERIO ULTERIOR DE JUAN
El apóstol Pablo fue usado por Dios para escribir en epístolas el contenido de las revelaciones divinas. Ellas fueron enviadas a las iglesias con el objetivo de alimentarlas con la Palabra para el crecimiento de la vida, pero cuando Pablo visitó a las iglesias, vio que los hermanos no habían practicado sus palabras. Él dejó a Timoteo en Éfeso con el objetivo de conducir a los hermanos a la vida, pero su joven cooperador tampoco tuvo éxito. Sabemos que no es fácil para aquellos que viven en el alma recibir la palabra de Dios. Ellos ocupan su tiempo examinando las verdades y no se disponen a estar con aquellos que invocan el nombre del Señor y viven en el espíritu.
Alabado sea el Señor por el ministerio ulterior de Juan. Al salir del exilio, Juan condujo a la iglesia en Éfeso a invocar el nombre del Señor y a practicar la Palabra. De este modo, los hermanos permanecieron firmes hasta la época de la iglesia en Esmirna.
La iglesia en Esmirna fue perseguida por el imperio romano durante dos siglos. En ese tiempo hubo diez grandes persecuciones. Mientras más sufrían, más se llenaban de Espíritu y vida. Ellos no se preocupaban por sus propias vidas; pese a que muchos eran martirizados, los demás no dejaron el camino del Señor frente a las persecuciones. Un ejemplo de esto fue Antípas. Incluso en la época de la iglesia en Pérgamo, él era un testigo fiel que no negaba el nombre del Señor. Después de su muerte, un remanente permaneció, ocultamente, invocando el nombre del Señor Jesús.
De modo similar, el Señor nos llamó a invocar Su nombre y a estar en el espíritu para obtener vida. En Brasil, desde 1975 hemos invocado el nombre del Señor y disfrutado la conducción llena del frescor del Espíritu. Aunque hasta hoy sufrimos persecuciones por buscar siempre poner en práctica la palabra del Señor, hemos sido sustentados por Él y hemos seguido la revelación del Espíritu con fidelidad. Por llevar el evangelio del reino a las personas, cerca de tres mil ciudades de América del Sur ya tienen hermanos invocando el nombre del Señor.
En 1984 recibimos la visita del hermano Witness Lee.-Él vio señales indiscutibles de la obra del Espíritu en nuestro medio. Acabábamos de comprar la Estancia Árbol de la Vida, en Sumaré (Sao Paulo), cuando el hermano Samuel Ma recibió el encargo de construir allí un auditorio para 1500 personas con miras a la realización de conferencias. En ese entonces el hermano Lee vino a ministrar una Palabra para las iglesias y se hospedó en la casa del hermano Samuel Ma, y yo armé una biblioteca con libros que había comprado en Chicago para que él pudiera consultarlos en caso de que los necesitara. Al abrir la ventana de su cuarto, él veía el auditorio en la colina de la estancia.
En aquella época teníamos pocos alojamientos, por eso los hermanos se alojaban en sus carpas. De mañana, al ver a los hermanos salir de las carpas y subir al auditorio, cantando, alabando al Señor, el hermano Lee decía: "Esto aquí es la realidad del cántico de peregrinación de cuando el pueblo de Israel iba a Jerusalén".
Los cánticos de peregrinación son los últimos capítulos del libro de Salmos y fueron escritos para que el pueblo de Israel cantara, mientras salían de sus tiendas y se dirigían al templo. Witness Lee quedó muy impresionado con lo que vio; él percibió que las iglesias en América del Sur preservaban la práctica de invocar el nombre del Señor, y al cantar himnos, lo hacían en el espíritu. Al ver esto, él dijo: "Ustedes cantan con tanto Espíritu que hasta .me olvidé de mi nombre".
Entonces, en esa conferencia, el Espíritu lo llevó a hablar una serie de mensajes especiales sobre "La economía divina". En aquella ocasión, un hermano dibujó en la pizarra una gran vaca, y de su ubre salía leche que se convertía en un río. Este río de leche representaba el río de agua de vida.
Al terminar los mensajes, cuando los hermanos se levantaron para compartir, el hermano Lee dijo: "Ustedes logran extraer todas las perlas de los mensajes". Cuando volvió a los Estados Unidos, dio testimonio de nosotros; él quería mostrar que el Espíritu estaba actuando en nuestro medio y que ellos debían seguir la misma dirección. Gracias al Señor porque las iglesias aquí llegaron a ser un modelo para los hermanos de otras partes de la tierra.
¡Que el Señor nos permita continuar siguiendo la dirección del Espíritu! Gracias a Dios por la ayuda que hemos recibido por medio de los escritos y el ministerio ulterior del apóstol Juan. ¡Esto es lo que nos ha hecho proseguir hacia la meta, al premio! Queremos crecer en la vida divina y ser perfeccionados para la obra del ministerio, con miras a la manifestación del reino de los cielos. ¡Oh Señor Jesús!
Punto clave: Continuar siguiendo la dirección del Espíritu.
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Por qué el Señor ha bendecido a las iglesias en América del Sur?


Alimento diario (Semana
LLAMANDO A LOS VENCEDORES
Mensaje 24 – Nuestro ministerio (Mt 24:14).
Viernes -- Lectura Bíblica -- (He 13:7-24).
Leer con oración: “Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios; no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica" (2 Co 3:4, 6)
LOS ÚLTIMOS MOMENTOS DE LA VIDA DEL HERMANO LEE
Cuando el hermano Witness Lee nos vino a visitar en 1984, él vio el mover del Espíritu en nuestro medio y, al volver a los Estados Unidos, dio un buen testimonio sobre nosotros, alentando a los hermanos allí a andar junto con los que estuvieran bajo la dirección del Espíritu. En 1997, cuando el hermano Lee estaba en su lecho de muerte, en coma, él recibió la visita de un grupo de sus más cercanos cooperadores, además de los cooperadores de Taiwán.
Cuando recibí la noticia de que él estaba a punto de morir, viajé durante doce horas, de Brasil a Estados Unidos. Cuando llegué allá, supe que ellos habían hecho un compromiso con el hermano Lee de que no hablarían nada aparte de lo que el hermano había hablado hasta allí. Si yo hubiera estado con ellos, me habría comprometido de la misma manera. Creo que por la soberanía del Señor, llegué después.
Ellos dijeron que nadie más podría entrar a su habitación; pero una nuera del hermano Lee, que era enfermera y estaba trabajando allí, me dijo que haría algo para que yo lo visitara. Yo no quería entrar sin la debida autorización de la familia. En el pasillo del hospital, encontré a Philip Lee, uno de los hijos del hermano Lee. Puesto que él me respetaba mucho y sabía que mi relación con su padre siempre fue muy buena, permitió que yo entrara a la UTI (Unity of Treatments Intensives, Unidad de Cuidados Intensivos, por sus siglas en inglés). Entonces entré y le dije unas palabras, me despedí del hermano Lee y poco después, murió.
Un cooperador de la obra en Taiwán me dijo: "Hermano Dong, usted fue el último cooperador que vio al hermano Lee". Ciertamente había algo en las entrelíneas de sus palabras. Aunque no podía hablar abiertamente las cosas, tal vez por temor a ofender a otros cooperadores, él creía que una porción especial del ministerio me estaba siendo encargada.
El hermano Lee falleció en junio de 1997 y en el mes de septiembre, veinte cooperadores de los Estados Unidos y también de Taiwán vinieron a Brasil. Ellos se esforzaron por participar en la conferencia aquí en aquel año. Durante cinco años tuvimos una buena comunión y ellos decían: "Que fuerza, que poder hay entre ustedes". En realidad nuestra fuerza viene de invocar el nombre del Señor y leer, orar Su palabra. Mediante estos recursos espirituales saludables, ayudamos a los hermanos a estar en el espíritu, a practicar la Palabra, a crecer en vida y a ser perfeccionados, para así cooperar con el Señor en la propagación del evangelio.
¡Gracias al Señor, nuestra competencia proviene de Dios!
Punto clave: No limitar la palabra de Dios.
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Qué podemos extraer de la experiencia del hermano Dong durante la muerte de Witness Lee?

Alimento diario (Semana
LLAMANDO A LOS VENCEDORES
Mensaje 24 – Nuestro ministerio (Mt 24:14).
Sábado -- Lectura Bíblica -- (1 Co 4:6-16; 9:1-2; 2 Co 12:11-13, 15).
Leer con oración: “Hasta esta hora padecemos hambre, tenemos sed, estamos desnudos, somos abofeteados, y no tenemos morada fija. Nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos; nos maldicen, y bendecimos; padecemos persecución, y la soportamos. Nos difaman, y rogamos; hemos venido a ser hasta ahora como la escoria del mundo, el desecho de todos (1 Co 4:11,13). Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día" (2 Co 4:16).
NUESTRO MINISTERIO Y EL MOVER DEL ESPÍRITU
Mientras estaba vivo, el hermano Lee restringía mucho la venida de obreros de los Estados Unidos a América del Sur. Cierta vez, un cooperador lo buscó y le dijo que tenía el encargo de venir a Brasil. El hermano Lee ya había percibido que la obra aquí fue iniciada por el Espíritu Santo, y como él estaba lleno de sabiduría, le respondió: "¡Ah, muy bien! Pero primeramente siga al hermano Dong, aprenda de él por un año, después usted podrá hacer la obra".
Sin embargo, puesto que el enemigo es sutil, al ver nuestra fidelidad al Señor y nuestra perseverancia en la práctica de Su palabra, suscitó la envidia de algunas personas que decidieron oponerse, de forma implacable, a la obra del Espíritu en nuestro medio. Este grupo comenzó a hacer duras críticas contra nosotros para intentar causar división en las iglesias. Pero el Señor nos ha sustentado a lo largo de los años. Esperamos que las personas que actuaron Y actúan de esta manera se arrepientan delante, del Señor y también se preocupen por hacer cosas que edifiquen. Que así como nosotros, también busquen practicar la Palabra y hacer la voluntad de Dios, y no seguir sus propios conceptos y tradiciones.
Aun frente a las presiones, a las persecuciones, a las injusticias cometidas en contra de nosotros por personas envidiosas y celosas, no nos desanimamos. No importa lo que ellos digan de nosotros. Proseguimos positivamente con el encargo que el, Señor nos dio. Por invocar el nombre del Señor Jesús, Dios comenzó a usarnos más. Hemos salido a predicar y también hemos enviado colportores - hermanos que se dedican a la divulgación y distribución de la palabra impresa - a diversos países, con el fin de predicar el evangelio del reino. Por eso, no vamos a detenernos a discutir con aquellos que quieren distraernos, oponiéndose a nosotros. ¡Vamos a seguir al Señor por donde quiera que Él vaya! ¡Aleluya!
Punto clave: Aprender de aquellos que van delante de nosotros.
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Cuál fue la orientación de W Lee con relación al mover del Espíritu?

Alimento diario (Semana
LLAMANDO A LOS VENCEDORES
Mensaje 24 – Nuestro ministerio (Mt 24:14).
Domingo -- Lectura Bíblica -- (Mt 24:14; Hch 26:16-20).
Leer con oración: “Él (Jesús) les dijo: Vamos a los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido (Mr 1:38). Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra" (Hch 1:.
LA EXPANSIÓN DEL MINISTERIO DE ESPÍRITU Y VIDA
Muchas persecuciones y mentiras se alzaron en nuestra contra, pero no nos desanimamos frente a estas cosas negativas. Por invocar el nombre del Señor, ya estamos en más de tres mil ciudades de América del Sur. Esta obra se expandió a Europa, África, México y América Central.
Durante muchos años nos fue muy difícil realizar la obra del Señor en América del Norte. Habíamos planeado predicar el evangelio en México y preparar a personas para que desde allí entraran a los Estados Unidos, pero vimos que no era tan sencillo como parecía. No obstante, recientemente el presidente estadounidense abrió las puertas de los EUA para los brasileños y los chinos, facilitando la obtención de visas. Esto ocurrió el 20 de enero de 2012, justamente cuando estábamos hablando sobre este asunto con un grupo de hermanos en una reunión en el sur del país.
En esos días había algunos hermanos en Miami buscando un lugar para instalar un Bookafé, es decir, un espacio agradable para recibir a las personas y poner a su disposición el evangelio del reino por medio de los libros espirituales. Mientras oraban, el Señor los llevó a entrar a un restaurante chino. Allí tuvieron comunión con el dueño, quien era un brasileño, y le hablaron sobre la visión del reino y el encargo del Bookafé. Él quedó maravillado y se dispuso a ayudarlos a encontrar un buen lugar. De esta manera, surgió el primer Bookafé en los EUA.
Gracias al Señor por el ministerio de Juan en su madurez, por el ministerio del Espíritu y la vida. El Señor nos abrió una puerta, ahora también llevaremos el evangelio del reino a los norteamericanos. Pese a que aquel país fue fundado por cristianos, la sociedad estadounidense de hoy está muy alejada de la palabra de Dios; es por eso que el Señor nos encomendó ir hacia allá para recobrar a las personas con el evangelio del reino, en la esfera del Espíritu y la vida. Si el Señor nos usa para hacer Su obra en aquel lugar, Su venida estará más cercana, pues esta es la promesa del Señor: "Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin" (Mt 24:14).
El Señor nos abrió la puerta y nosotros entramos, pero todavía necesitamos que más personas tengan encargo por la predicación del evangelio del reino y la disposición de migrar a otros países. Por eso alentamos a los hermanos, especialmente a los jóvenes, para levantarse delante del Señor y ser perfeccionados en el Ceppev - Centro de Perfeccionamiento para la Propagación del Evangelio - con el objetivo de que se conviertan en colportores. De esta manera, muchos serán preparados y enviados para cooperar con el avance de la obra del Señor en los Estados Unidos y en otros países.
¡Seamos fieles al llamamiento que el Señor nos hizo! Que Él nos conceda Su gracia para desempeñar nuestro ministerio; así apresuraremos- Su venida e introduciremos Su reino. ¡Jesús es el Señor!
Punto clave: Ser perfeccionados para cooperar con el avance de la obra del Señor. .
Mi punto clave:
Pregunta: ¿Qué necesitamos hacer para apresurar la venida del Señor?
Lectura de apoyo:
Llamados para promover la Fe -caps. 4..5 - Dong Yu Lan. Siervos de Dios - Buenos, fieles y prudentes -cap. 7¬ Dong Yu Lan.
El enfoque de Dios: el reino -cap. 6 - Dong Yu Lan.
¡Jesús es el Señor!