NUESTRA ACTITUD PARA CON LAS VERDADES Semana 4
Renovados con la práctica de la palabra
El Ministerio epistolar de Pablo - Semana 4
Lunes
Lectura de las escrituras: Hch. 2:21; 4:4, 12; 7:58–8:4; 9:1-5, 14, 17-19; 2 Co. 12:2-3; Gá. 1:15-17
"El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su boca. Porque serás testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído" (hch. 22:14-15)
PABLO ES LLAMADO Y PREPARADO POR DIOS
PARA SER UN MINISTRO A LOS GENTILES
Esta semana tomamos abordaremos el ministerio epistolar un del apóstol Pablo. A lo largo de su Ministerio, Pablo escribió catorce epístolas, entre los cuales las seis primeras son: (Gálatas, Romanos, 1 y 2 Tesalonicenses, 1 y 2 de Corintios) las cuales fueron escritas antes de su arresto en Roma. Después de su encarcelamiento, Pablo escribió otro cuatro epístolas (Efesios, Colosenses, Filipenses y Filemón), y poco antes de su martirio, escribió 1 y 2 Timoteo, Tito y Hebreos.
Conforme a lo que vimos, a los 12 apóstoles les fue confiado el ministerio de invocar a partir del día de Pentecostés. Después de orar durante diez días, fueron llenos del Espíritu y revestidos de poder. En esa ocasión, el apóstol Pedro se puso de pie, junto los 11, predico con intrepidez a los innumerables judíos que estaban en Jerusalén. Su predicación consistió en la profecía del profeta Joel: "Y será que todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo" (hechos 2:21). Para ser salvos y recibir la vida de Dios, ellos necesitaban invocar el nombre del Señor. En esa oportunidad 3 mil hombres fueron bautizados y luego, el número aumento a 5 mil (4:4). Así todos invocaron el nombre del Señor y el Evangelio continuo siendo predicado con mucha osadía.
Sin embargo, cuando se levanto una gran persecución contra la iglesia en Jerusalén, mas la muerte de Esteban, muchos hermanos fueron dispersados por toda Judea y Samaria. A partir de entonces, no se menciona más que los Apóstoles invocaran el nombre del Señor públicamente como lo hicieron antes.
Por eso para dar continuidad a ese ministerio, Dios llamó a Saulo, un implacable perseguidor de la iglesia. Como un hombre joven, Saulo guardaba las ropas de quienes apedreaban a Esteban y fue testigo que invocaba el nombre del Señor (cf. Hch 7:58-8:1). Saulo asolaba la iglesia, entrando en cada casa y arrastraba a los hombres y las mujeres y los encerraba en la cárcel (v. 3). Tal era su ira, que llegó al punto de pedir cartas de autorización para prender o arrestar a los que invocaban el nombre del Señor en Damasco (9:1-2; cfr 14).
Pero, camino a esa ciudad, ocurrió algo que cambiaría su ida: Una gran luz brillo sobre Saulo y una voz le dijo: "Saulo, Saulo, por qué me persigues?" (v. 4b). Entonces Saúl le preguntó, "¿quién eres, Señor? Y el Señor le dijo: 'Yo soy Jesús, a quien tú persigues (…) Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debe hacer ' (vs. 5-6). En Damasco, Saulo fue ayudado por un miembro del cuerpo de Cristo llamado Ananías quien le hizo saber que Dios quería usarlo. Luego de ser bautizado, invocando el nombre del Señor, comenzó a vivir la vida de la iglesia en Damasco (vs. 12-16; 22:12-16).
Inmediatamente después, Saúl fue a las regiones de Arabia, donde es muy probable que haya recibido la visión celestial (Gálatas 1:15-17; 2 Co. 12:2-3). Ciertamente las “palabras inefables” que oyó se refieren a la economía neotestamentaria de Dios, es decir, a Su plan eterno. Podemos inferir que así Como Moisés permaneció en el Monte Sinaí durante cuarenta días y cuarenta noches para recibir el contenido del Antiguo Testamento de parte de Dios, de manera semejante Pablo permaneció un tiempo para recibir todo el contenido del plan de Dios en el Nuevo Testamento.
Saulo era un judío que conocía profundamente los asuntos del judaísmo, fue instruido a los pies de Gamaliel (hechos 22:3). Pero ahora, como Ministro de Cristo, y principalmente un ministro para los Gentiles, necesitaba ser preparado y facultado con la revelación de la economía neotestamentaria de Dios, la cual consiste en salvar al hombre y prepararlo para gobernar el mundo venidero.
Punto clave: Llamado por Dios y preparado con Su economía neotestamentaria.
Pregunta: ¿Cuál es la relación entre las experiencias de Pablo y Moisés?
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El Ministerio epistolar de Pablo - Semana 4
Martes
Lectura de las escrituras: Hch 9:22-30; 11:19-26; 13:1-4
"Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado" (Hch 13:2)
EL INICIO DEL SERVICIO DE PABLO
Como vimos ayer, Dios llamó el apóstol Pablo, llevándolo a las regiones de Arabia, para prepararlo, con la visión la revelación del tercer cielo que es toda la economía neotestamentaria de Dios, es decir, Su plan para salvar a hombre y prepararlo para gobernar el mundo venidero.
Cuando comparamos la manera como los 12 apóstoles recibieron la economía de Dios y como la recibió Pablo, notamos una gran diferencia, pues ellos aprendieron por convivir con el Señor Jesús. Cada situación, así como la manera particular de hablar con las diferentes personas, se convertía en ejemplos usados por el Señor para enseñarles, teniendo como objetivo aplicarlos en su vivir y ministerio.
En cambio, el apóstol Pablo no tuvo la oportunidad de convivir con el Señor personalmente. Al contrario, recibió todo el plan de Dios de una sola vez, por medio de una visión celestial. Esto fue semejante a un curso intensivo de post-grado, en el cual se recibe un contenido denso en poco tiempo. Lo que Pablo recibió es equivalente al contenido de muchos libros didácticos, y su preocupación fue la de registrar todo lo que vio, para que otros conocieran esa revelación (Ef 3:2-3).
En Damasco, con todo el conocimiento de la economía de Dios, Pablo comenzó a discutir con las personas, al punto de que quisieron matarlo (Hch 9:22-24). Pero sus discípulos lo bajaron por un muro, al esconderlo en una canasta, y lo ayudaron a huir de la ciudad. Luego, Pablo se fue a Jerusalén, pero continuó discutiendo sobre las verdades con las personas. El resultado de eso fue que, nuevamente, lo amenazaron de muerte. Sin alternativa, los hermanos lo enviaron a Cesarea y de allí a Tarso (vs. 25-30). Aunque Pablo tenía la economía de Dios de manera integral, le faltaba la madurez para transmitirla.
Hasta ese momento, los que fueron dispersados por causa de la persecución en Jerusalén, predicaron el evangelio solo a los judíos (11:19). Pero más tarde, el evangelio también llego a los gentiles de Antioquía, por ese motivo enviaron a aquella cuidad a Bernabé, procedente de Jerusalén. Éste, por su parte, se acordó de Pablo y lo llevo a Antioquía, donde sirvieron juntos durante un año (vs. 20-26). En ese periodo, el joven Pablo aprendió a servir en coordinación con otros. Esta es una lección muy importante, porque generalmente aquellos que poseen mucho conocimiento les cuesta coordinarse con otros.
En una esfera de ayuno y oración, con siervos coordinados, el Espíritu Santo tuvo la libertad para apartar a Bernabé y Pablo y enviarlos a la obra, a su primer viaje misionero (13:1-4).
Punto clave: Conocer las verdades para suplir vida.
Pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre el aprendizaje de los 12 apóstoles y el de Pablo?
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Miércoles
Lectura de las escrituras: Hch 15:1-11, 20, 22, 32-40; 16:6-10; Flm.11
"El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido, mas ni sabes de dónde viene, ni adónde va, así es todo aquel que es nacido del Espíritu "(Jn 3:
.
SER TOLERANTE CON LOS HERMANOS
Y SEGUIR LA DIRECCIÓN DEL ESPÍRITU
En su primer viaje, Pablo y Bernabé predicaron el evangelio por toda la región de Galacia, Siria y Cilicia con éxito. Al regresar a Antioquía, supieron que los judíos estaban enseñados que, para recibir la salvación, los hermanos de las iglesias gentiles, necesitaban circuncidarse conforme a la costumbre de Moisés (Hch 15:1-11).
Para tratar este asunto, Pablo y Bernabé descendieron a Jerusalén. La solución que encontraron fue escribir una carta que contuviera cuatro aspectos de la ordenanza que debía ser guardada por las iglesias gentiles (v. 20). Entonces escogieron a Judas y Silas, varones principales entre hermanos, para que los acompañaran en la lectura de esta carta (vs. 22, 30). Tras la lectura de la misiva, Judas volvió a Jerusalén, Pero Silas, al ver que el Espíritu estaba actuando en la iglesia de Antioquía, decidió quedarse (vs. 32-34).
Pablo y Bernabé estaban listos para realizar el segundo viaje a fin de volver a visitar a los hermanos en todas las ciudades en las cuales habían anunciado la Palabra, pero surgió una diferencia de opiniones relacionada a Juan Marcos, lo cual causo la separación de ellos. Pablo, que era muy impaciente, decidió que el joven no los acompañaría mas, porque en su primer viaje, por no haber soportado los sufrimientos, él los abandono, Así, Bernabé fue a Chipre y Pablo llevo a Silas con él en su viaje (vs. 36-40).
En este pasaje podemos aprender una lección acerca de los hermanos que cometen errores en la obra. No podemos despreciar a un hermano por sus actitudes inmaduras, como si no fuera útil. La economía de Dios tiene como propósito transformar a hombres inútiles en útiles (Flm 11). En realidad, todos nosotros estamos en este proceso de llegar a ser útiles por medio del trabajar de Dios y de la Palabra que hemos recibido.
Este segundo viaje de Pablo, en compañía de Silas, fue maravilloso, porque el Espíritu condujo todas las cosas. Ambos anduvieron totalmente en el espíritu, al punto de no moverse antes de orar. A ellos incluso el Espíritu Santo les impidió predicar la palabra en Asia. Tampoco fueron a Bitinia, porque el Espíritu no lo permitió (Hch 16:6-7). Al seguir el viaje, llegaron a Troas y, al no saber qué hacer, comenzaron a orar. Entonces a Pablo le sobrevino una visión en la cual un varón macedonio le rogaba que fuera a Macedonia para ayudarlos. Por estar en el espíritu, todos comprendieron que Dios los estaba llamando para anunciar el evangelio en aquel lugar (vs. 8-10).
Por medio de ese viaje surgió la iglesia en Filipos, en un lugar de oración junto al rio, donde Lidan fue salva y abrió su casa. En esa misma ocasión, la casa del carcelero también se abrió, de manera que las dos familias salvas y bautizadas. Todos estos hechos muestran que cuando le damos libertad al Espíritu para actuar, y seguimos su mover, Dios recoge muchos frutos.
Al final del segundo viaje, quizás movido por el afecto natural por los judíos, quienes eran sus compatriotas, Pablo decidió llevar las ofrendas recaudadas en una región rica de Acaya, a una región de Judea donde se pasaba hambre. Sin embargo, la comisión de Dios para Pablo era llevar el evangelio a los gentiles y no a los judíos.
Punto clave: Seguir la dirección del espíritu.
Pregunta: ¿Cuáles son las lecciones que aprendemos del segundo viaje de Pablo?
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Jueves
Lectura de las escrituras: Hch 21:10-40
"No desecho la gracia de Dios; pues si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo" (Gá 2:21)
SALVADO DEL AMBIENTE RELIGIOSO
PARA ESCRIBIR SUS EPÍSTOLAS
En su tercer viaje, el apóstol Pablo salió inmediatamente y fue a Éfeso. Pero Silas no lo acompaño. En este viaje, el apóstol Pablo hizo cosas que no había hecho en los viajes anteriores. Por ejemplo, él se valió de una estructura existente, la escuela de Tiranno, y durante dos años discursó diariamente sobre la palabra de Dios. Probablemente los efesios se apropiaron de la Palabra. Con eso, el progreso espiritual de los hermanos se detuvo.
Al final del tercer viaje, Pablo insistió en ir a Jerusalén, contra la voluntad del Espíritu (Hch 21:10-13). Al encontrarse con Jacobo y los ancianos, pasó a relatarles todo lo que el Señor estaba haciendo por medio de él entre los gentiles (vs. 18-19). Jacobo y los ancianos reconocieron el trabajo de Pablo, pero hicieron una comparación entre la cantidad de hermanos de la iglesia que Pablo había levantado y la de la iglesia en Jerusalén. Además, mostraron que Jerusalén tenía millares de judíos que, aparte de creer en Jesús, guardaban la ley (v. 20). Finalmente, para mostrarles a los judíos que él no había apostatado de la ley de Moisés, Jacobo le sugirió a Pablo que hiciera un voto de nazareato (vs. 21-24).
Paul fue subyugado por la atmósfera religiosa en Jerusalén y, convencido, se disputo a hacer el voto. Gracias al Señor, el voto no se concluyo, porque en el caso de que se hubiera consumado, toda la economía neotestamentaria se habría arruinado. Por eso, Dios permitió que se levantara un alboroto para matarlo, pero su vida fue preservada por un tributo de la compañía (vs. 30-33). En seguida, el fue llevado a Cesarea, donde permaneció durante dos años (Hch 23:23, 33; 24:27). Al ver que no tenía futuro allí, apelo a Cesar y fue llevado a Roma. Dios permitió todo eso para que Pablo comenzara el ministerio epistolar y llevara Su economía a todos Sus hijos.
Hasta ese entonces, que estuvo en Cesarea, Pablo había escrito seis de sus epístolas: Gálatas, Romanos, Primera y Segunda de Corintios, y Primera y Segunda de Tesalonicenses. Después de eso, Pablo fue llevado a Roma, donde alquilo una casa, pues había guardas romanos alrededor de ella para que no saliera. En esa residencia, él tuvo el tiempo, la calma y la libertad para escribir las otras cuatro cartas que son consideradas el “corazón” de la Biblia: Efesios, Colosenses, filipenses y Filemón, que revelan la economía de Dios y su objetivo.
Punto clave: Un ambiente religioso puede ofuscar la visión de la economía de Dios.
Pregunta: ¿Cuáles fueron las epístolas escritas por Pablo y dónde estaba él cuando las escribió?
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Viernes
Lectura de las escrituras: 1 Timoteo 1:3-4; 2:4; 5:23; 2 Timoteo 2:2
"El cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica" (2 Co 3:6)
NUESTRA ACTITUD: TRANSMITIR
LA VIDA DIOS CONTENIDA EN LAS VERDADES
En el periodo en que esperaba su juicio, aproximadamente dos años, Pablo decidió visitar las iglesias. En el camino a Macedonia paso por Éfeso. Al llegar allí, constato que los hermanos habían tomado su contenido, la economía neotestamentaria de Dios, solo para el conocimiento, análisis y discusión. Aunque la carta escrita a los efesios era la mejor de todas, la situación de la iglesia en aquella ciudad no era tan buena, pues se ocuparon y distrajeron con muchas cosas, en lugar de promover la fe.
Por esta razón, Pablo dejo allí a su joven cooperador Timoteo a fin de intentar revertir esa situación (1 Ti 1:3-4). Eso no era una tarea sencilla. Él enfrento mucha presión, hasta el punto de sufrir problemas estomacales. Por saber eso, Pablo le escribió, aconsejándole tomar un poco de vino, como tratamiento para ese tipo de enfermedad (5:23).
Pablo tenía una gran preocupación para transmitir las verdades, y por eso escribió: “Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombre sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (1 Ti 2:3-4). Él había recibido la verdad de una sola vez y por completo, como el contenido de muchos libros didácticos, por lo que de alguna forma necesitaba transmitir ese conocimiento a las personas. Pablo también le aconsejo a Timoteo transmitir esas verdades de hombres fieles, que fueran capaces de transmitir de manera idónea a otros (2 Ti 2:2).
Es importante resaltar la actitud de Pablo no era equivocada. El error estaba en la manera como las iglesias de Asia recibieron las verdades enseñadas por el apóstol. Ellos solo tomaron sus escritos para estudiarlos y discutirlos, y no buscaron ponerlos en práctica. Finalmente, a pesar de todo el esfuerzo de Pablo a favor de ellos, lo abandonaron (1:15).
Este mismo peligro persiste hasta nuestros días. Las 14 epístolas de Pablo son un gran tesoro que tiene la revelación de la economía de Dios, por lo tanto necesitamos ayudar a los hermanos a practicarlas. Aunque algunos pueden transmitir esas verdades como simple conocimiento, nuestra actitud debe ser la de usar el espíritu para extraer la vida divina que hay en ellas, así como en toda la palabra de Dios, aplicándolas en nuestro vivir para suplirles vida a las personas.
Paul concluyó su ministerio epistolar cuando estaba próximo a su martirio, concluyéndolo con cuatro cartas: Primera y Segunda de Timoteo, Tito y Hebreos. En su segunda epístola a Timoteo, Pablo lo alentó a avivar el fuego del don de Dios que había en su espíritu, puesto que el estaba en un ambiente negativo a bajo mucha presión (2 Ti 1:6). Al no lograr solucionar esa situación, su espíritu se apago.
Incluso en la Segunda Epístola a Timoteo, pese a saber de la degradación existente en las iglesias, Pablo declara: “He pelado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe” (4:7). Su ministerio de edificación de las iglesias no tuvo éxito debido a la actitud de los hermanos de no practicar las verdades enseñadas por él, pero los hermanos de no practicar las verdades enseñadas por él, pero en su ministerio epistolar fue victorioso (v.
. Esta victoria se refiere a las 14 epístolas que nos dejo como un legado muy precioso, presentándonos la revelación de la economía neotestamentaria de Dios.
Frente a esto, debemos usar nuestro espíritu para volver a leer a extraer la vida contenida en los escritos de Pablo. Dejemos de lado el simple conocimiento en forma de letra, y busquemos el Espíritu para que la vida de Dios, que está en esas epístolas nos transforme y nos haga practicantes de la verdad
Punto clave: Ayudando mutuamente a practicar la verdad.
Pregunta: ¿Cómo debemos tomar las verdades que recibimos?
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Sábado
Lectura de las escrituras: Gá 1:13-16; 2:20; 3:14; Ef 1:22-23
"Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten" (Col 1:16-17)
LA ECONOMÍA DE DIOS EN LOS LIBROS
DE GÁLATAS, COLOSENSES Y EFESIOS
Para comprender mejor la economía neotestamentaria de Dios en las principales epístolas de Pablo, el Señor nos concedió la ilustración de un avión (ver la ilustración en la pág.93). La estructura de este avión o su fuselaje representa el libro de Gálatas, que nos presenta un panorama general de la economía divina.
En esta epístola, vemos que Pablo, un fariseo que devastaba a las iglesias y celoso de las tradiciones de sus padres, llegó a ser útil a Dios, conforme al testimonio que dio: “Cuando agradó a Dios (…) revelar a su Hijo en mi” (Gá 1:15-16). Y complementó: “Ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí” (2:20). Esto es posible porque Cristo no está más en carne, ya se hizo el Espíritu; por medio del Espíritu la bendición de Abraham nos alcanzo a nosotros (3:14). ¡Aleluya! En el espíritu tenemos el padre, el Hijo y el Espíritu Santo como se revela en el Evangelio de Juan (14:16-17, 20). Asimismo, el libro de Gálatas nos muestra que no solo debemos comenzar en el espíritu, como también vivir y andar en Él, a fin de cumplir la voluntad de Dios (3:3; 5:16, 25).
Sin embargo, solo el fuselaje no es suficiente para que este “avión” levante vuelo. Éste necesita dos alas que son representadas por Efesios y Colosenses. Colosenses habla del ministerio de Dios, es Cristo (2:2). Él es la imagen del Dios invisible, y todas las cosas fueron creadas por medio de Él y para Él (1:16). Él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten (v. 17). Él es la Cabeza del Cuerpo, de la iglesia y debe tener la preeminencia en todas las cosas. En pocas palabras: Él es todo, sin Él no tenemos nada (3:11).
Jesucristo es el primogénito de entre los muertos (1:18). El señor se hizo Hombre y vivió una vida totalmente de acuerdo a la voluntad de Dios. En ningún momento Él vivió según Su propia voluntad u opinión, o busco Su gloria personal. Jesús vivió una vida de negarse y vaciarse de Sí mismo. Él se humillo y se hizo obediente hasta la muerte y muerte de cruz. Por eso, Dios lo exalto hasta lo sumo y Le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que toda rodilla se doble y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. Con el fin de disfrutar de la realidad de todo lo que Él es y tiene, necesitamos practicar la mayor de las verdades: invocar el nombre del Señor. ¡Este nombre es el único en el cual hay salvación!
El “avión” mencionado aún no está completo porque falta un ala. Esa ala es el libro de Efesios, el cual revela el ministerio de Cristo, que es la iglesia (3:4-6). Por lo tanto, la iglesia es esta ala, porque ella es el Cuerpo vivo de Cristo (1:22-23). Nosotros, como miembros de este Cuerpo, necesitamos movernos, ejercitando los dones hasta que lleguen a ser ministerios, por medio de ejercitar el don de la Palabra, de los servicios y de las ofrendas de riquezas materiales. Para el ejercicio de esos dones, Dios nos concedió la vida de la iglesia, y también algunas herramientas para acelerar la divulgación de Su palabra como el BooKafé y el colportaje. El primer paso es invocar el nombre del Señor (1 Co 12:1-3). Cuando los miembros se mueven, ese "ala" hace que la economía de Dios alcance su objetico.
Punto clave: Cristo es todo. Sin Él, no tenemos nada.
Pregunta: ¿Qué revelan los libros de Gálatas, Colosenses y Efesios?
NUESTRA ACTITUD PARA CON LAS VERDADES
Renovados con la práctica de la palabra
El Ministerio epistolar de Pablo - Semana 4
Domingo
Lectura de las escrituras: Filipenses 3:13-14
"El cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil” (Fil 11). “Dios, (…) soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria, a los cuales también ha llamado, esto es, a nosotros” "(Ro. 9:22b-24a).
EN OTRO TIEMPO INUTIL, PERO AHORA UTIL
Ayer vimos las tres partes principales del “avión” de la economía de Dios: Gálatas representa el fuselaje; las alas representan Colosenses y Efesios.
Un avión no puede despegar si no hay un plan de vuelo. La Epístola a los Filipenses presenta bien esta meta, pues es necesario olvidar lo que queda atrás y extenderse a lo que está delante (3:13). El Señor nos está llamando a esta meta, para que recibamos el premio de nuestro llamamiento. Nuestro objetivo no se puede limitar a las cosas terrenales, tampoco a nuestra subsistencia. Nuestra meta debe ser el reino de los cielos.
Si consideramos sólo a los que creen en el Señor que se reúnen con nosotros, aún así somos pocos para gobernar a millones de personas en el mundo venidero. Tenemos que predicar el evangelio del reino y perfeccionar a más hermanos y, para eso, tenemos el Bookafé y el colportaje, que son herramientas para ayudar a otros a ser despertados por Dios para vivir como es digno de Su reino y gloria. Por lo tanto, podemos ver nuestro objetivo en Filipenses, pues allí se menciona el premio del supremo llamamiento (v. 14).
El despegue del avión depende de una pista. En la economía de Dios esa pista es el amor, mostrado en el libro de Filemón, que aparentemente no tiene mucha importancia doctrinaria, pues parece una carta personal. No obstante, ella nos muestra de manera sencilla que por medio del amor, una persona que antes era inútil puede llegar a ser útil. Filemón tenía un esclavo llamado Onésimo, que huyó por haber cometido algún delito contra él (v. 18). Al llegar a Roma, Onésimo se encontró con Pablo, quien con amor y vida divina lo perfeccionó y lo envió de vuelta a Filemón. Esto muestra que Pablo también fue perfeccionado y no trataba más a las personas como lo hizo inicialmente con Juan Marcos. Onésimo volvió a Filemón, no como un esclavo inútil, sino como un hermano útil (v. 11).
La economía de Dios es esto: Antes estábamos muertos en delitos y pecados, de camino al lago de fuego y azufre. Pero Dios nos salvó, perdonando nuestros pecados por medio de la redención de Cristo, y nos dio vida; después nos puso en la vida de la iglesia para crecer en la vida divina, y de a poco, somos perfeccionados para Su obra. Cuando negamos la vida del alma, la vida divina crece; cuando ejercitamos nuestros dones y somos perfeccionados, éstos llegan a ser ministerios y así podemos cooperar con Dios en Su obra.
Mientras más rápido aprendamos a administrar, más rápido el Señor volverá. Gracias al Señor porque hoy, por medio del Bookafé, el colportaje y las reuniones de los grupos familiares en las casas, estamos creciendo en vida y aprendiendo a administrar las cosas de Dios, pues estamos cuidando a personas. Eso fue lo que ocurrió con José: debido a las experiencias que pasó, fue perfeccionado, aprendió a administrar en las peores situaciones y se convirtió en el gobernador de Egipto.
Que todos aprendamos esas lecciones para que, en aquel día, el Señor nos diga: “Tu, que antes eras inútil, llegaste a ser útil para gobernar conmigo en el reino venidero” ¡Aleluya!
Punto clave: Crecer en vida y aprender a administrar
Pregunta:¿Cómo podemos tener un equilibrio en los asuntos referentes a la vida y la obra?
Lectura de apoyo:
El Enfoque de Dios: el reino – cap. 2 – Dong Yu Lan.
Siervos de Dios – buenos, fieles y prudentes – caps. 2-5 – Dong Yu Lan.