NUESTRA ACTITUD PARA CON LAS VERDADES – Semana 10 Martes
EXTRAER VIDA DE LAS VERDADES
PARTICIPANTES DE LA NATURALEZA DIVINA (2 P 1:3-
MARTES
Lectura Bíblica:
Mr 16:24-25; Lc 12:49
Leer con oración
“No apaguéis el Espíritu” (1 Ts 5:19) “Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos” (2 Ti 1:6).
MANTENER ENCENDIDO EL FUEGO DEL ESPIRITU
Conforme a lo que vimos ayer, en el Espíritu hay fuego y este es el encargado de quitar las impurezas de nuestra alma. No obstante, este “quemado” solo ocurre cuando somos iluminados por el Señor, nos arrepentimos y nos volvemos a Él, confesando nuestras limitaciones y pecados.
Gracias al Señor, en nuestro día a dia, en las situaciones cotidianas, tenemos la oportunidad de ser iluminados por El. En el trato de unos con los otros, en la vida conyugal, en la relación entre los hermanos, o incluso en el contacto con los conocidos y desconocidos, el Espíritu nos trae luz. No necesitamos esperar una reunión dela iglesia para que eso ocurra, en cualquier momento y lugar podemos experimentar ese quemar interior del espíritu. Hasta los que ministran la palabra de Dios también deben estar vigilantes para no ser sorprendidos usando el lado bueno de la vida del alma al hablarles a los hermanos. Si queremos seguir al Señor, necesitamos negarnos y eso debe ser voluntariamente, asi será más eficaz que si lo hacemos forzados por las circunstancias (Mt 16:24).
Una de las maneras de mantener el fuego del espíritu siempre encendido es ser perfeccionado en el CEPPEV (Centro de Perfeccionamiento para la Propagación del Evangelio). Los hermanos mayores como los cooperadores de la obra, fueron alentados a pasar un tiempo en el CEPPEV), para ser perfeccionados y renovar sus mentes en varios aspectos, pues la vejez espiritual trae consigo muchos aspectos que nos hacen resistirnos a la novedad de vida que el Señor nos ha presentado. Nuestras muchas palabras deben dar paso a la practica de la Palabra y para ello no hay nada mejor que salir de nuestro hábitat natural.
Algunos cooperadores de la obra se sometieron a la cotidianidad del CEPPEV, que enfatiza la comunión matinal con el Señor, incluyendo la oración individual despertar, la lectura de la Biblia y el Alimento Diario. Ellos también siguieron con ahínco los horarios y cumplieron las tareas diarias del cultivo de la huerta; el cuidado y la limpieza del baño, del gallinero, del chiquero y la perrera; además del colportaje. También tuvieron que depender mucho del Espiritual momento de abordar a las personas en los semáforos de la ciudad e ir de puerta en puerta. No fueron pocos los equipos que, por no tener éxito, se arrodillaron en las veredas para orar desesperadamente al Señor. Sin embargo, esa práctica los ayudo a disfrutar de la comunión con el Señor, recibir Su rico suministro y después orar con las personas llevándolas a creer en el Señor, invocar Su nombre, además de sembrar el evangelio del reino con los libros espirituales. Desde la mañana hasta la noche, no tenían otra opción, que no fuera depender del Señor. Y por ese motivo, no había murmuración, sino alabanza y gratitud.
Punto clave: Ser perfeccionado en el CEPPEV para mantener siempre encendido el fuego purificador dell Espíritu Santo.
Pregunta: ¿De qué manera las situaciones practicas nos pueden ayudar a depender del Señor?
¡Jesús es el Señor!