NUESTRA ACTITUD PARA CON LAS VERDADES – Martes
EXTRAER VIDA DE LAS VERDADES
El Espíritu de realidad (Jn 14:16-18; 16:13).
MARTES
Lectura Bíblica: Hch 1:3, 12-14; 2:1-4, 14-21, 38-41
Leer con oración: “Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hch 4:12).
TODO AQUEL QUE INVOCARE EL NOMBRE DEL SEÑOR SERA SALVO
Pablo no tuvo la oportunidad de convivir con el Señor Jesús cuando Él estuvo en la tierra, pues ni siquiera lo conoció, pero fue fiel en registrar en sus epístolas las revelaciones que recibió al respecto de la economía neotestamentaria de Dios.
Los 12 discípulos anduvieron con el Señor Jesús por tres años y medio, durante los cuales Él los entrenó personalmente, no sólo por medio de enseñanzas, sino usando situaciones, eventos y personas. Asimismo, después de Su muerte y resurrección, el Señor les dio a los discípulos la comisión de predicar el evangelio (Mt 28:19; Mr 16:15). Antes de ascender a los cielos, el Señor se les apareció durante 40 días y les habló acerca del reino de Dios (Hch 1:3).
Con la ascensión del Señor, los discípulos debían aprender a contactarlo por medio del Espíritu, lo que exigía un ejercicio constante. Entonces, en Hechos 2, en el día de Pentecostés, ciento veinte hermanos estaban en oración cuando el Espíritu fue derramado, y todos ellos comenzaron a hablar en otras lenguas, y los oían los judíos que habían ido a Jerusalén de diversas partes del mundo (vs.1-4).
Puesto que los judíos no podían entender lo que estaba ocurriendo, Pedro se levantó y dijo que aquellos hombres no estaban embriagados, sino que estaban cumpliendo lo profetizado por el profeta Joel (Jl 2:28-32). A pesar de todas aquellas manifestaciones exteriores del Espíritu citadas en la profecía, lo mas importante es que allí todos fueron salvos por medio de invocar el nombre del Señor; por eso Pedro presentó esta porción de la Palabra que decía: “Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” (Hch 2:21). En aquel día casi tres mil personas aceptaron la Palabra y fueron bautizados (v.41), y rápidamente el número de hombres creyentes aumentó a casi cinco mil (4:4). De esa forma, los apóstoles llevaron adelante la comisión de ayudar a otros a invocar el nombre del Señor.
Punto clave: Llevar a otros a invocar el nombre del Señor.
Pregunta: ¿Cuál es el punto mas importante de la profecía de Joel que Pedro recordó en el día de Pentecostés?
¡Jesús es el Señor!